Mujeres del Opus Dei: una única vocación, diferentes historias

Este 14 de febrero recordamos algunos testimonios que nos acompañaron el 2020, en el aniversario de los 90 años de las mujeres en el Opus Dei. “La mujer está llamada a llevar a la familia, a la sociedad civil, a la Iglesia, algo característico, que le es propio y que sólo ella puede dar” (Conversaciones, San Josemaría).

En busca de la pieza que faltaba: Viviana Cifuentes cuenta cómo encontró, siendo adulta, la fe y amistad con Jesús. Una historia de conversión.

El Opus Dei es mi familia: Paula Leiva trabaja hace 15 años como subdirectora en el Centro de Apoyo a la Familia Policlínico El Salto. "Un regalo", señala al contarnos su llegada a esta Obra Corporativa del Opus Dei.

Mi trabajo como oncóloga infantil: María del Pilar Ovalle despliega su vocación profesional de médico para intentar aliviar a sus pacientes y familias con dos armas: la medicina y la fe.

La alegría de la vocación: Consuelo Parra tiene 26 años y un “algo” que contagia alegría: ese algo es su vocación como numeraria auxiliar.

Mi historia, una serie de coincidencias: Mary Jane Knight conoció la Iglesia Católica al mismo tiempo que al Opus Dei.

El Opus Dei está en todo lugar: Guillermina Yáñez vive en La Serena, capital de la Región de Coquimbo, y conoció el Opus Dei de manera fortuita.

Ofrecido a Dios, tiene otro valor: América Benítez ha centrado su vida en el cuidado de su familia, el trabajo y el apostolado en su parroquia en Pudahuel, donde vive.

Una vocación joven y bien pensada: Nini Izcue tiene 24 años y es la mayor de 7 hermanos. Estudia Administración de Servicios y si bien su vocación es reciente, el camino para encontrarla comenzó hace algunos años.