Dues passions: la família i els joves. El Prelat de l’Opus Dei i la UIC

L’atenció als joves i a la família van ser prioritats de la tasca pastoral de Mons. Echevarría. Per això va accedir a parlar-ne a casa nostra, quan la UIC va organitzar un congrés sobre la família.

«Agradezco la invitación que me habéis hecho a participar en este encuentro, para hablar sobre la familia en las enseñanzas de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei». Així començava Mons. Javier Echevarría la Conferència de Cloenda del Congreso Internacional sobre Familia y Sociedad, celebrat el 17 de maig de 2008 en un Saló d’Actes ple a vessar.

A finals de 2007, el Patronat i la Junta de Govern de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) va decidir organitzar, a través de l’Institut de Estudis Superiors de la Família, un congrés per celebrar el 10è aniversari de la fundació de la Universitat Internacional de Catalunya i, al mateix temps, proposar al prelat de l’Opus Dei que en dictés la conferència final.

Després d’aquestes paraules d’agraïment, dites en acabar les salutacions protocol·làries, el prelat continuava:

«Conocéis bien estas enseñanzas, estoy seguro, puesto que no son ajenas al origen mismo de esta institución universitaria. En efecto, quienes promovisteis esta institución (algunos estáis hoy aquí, otros nos han precedido en el camino del Cielo), sois padres de familia que os habéis sentido movidos por las enseñanzas de San Josemaría sobre responsabilidad ciudadana, espíritu de servicio, profesionalidad y sentido vocacional del matrimonio y la familia. A la luz de sus enseñanzas, que son las enseñanzas del Evangelio, comprendisteis en profundidad hasta dónde llegan vuestros deberes en la educación de los hijos y cuál es el papel capital que corresponde a la familia en la vida de las personas y el progreso de la sociedad. Primero, vuestra iniciativa os llevó a iniciar y desarrollar variadas iniciativas de orientación y formación, encaminadas a ayudar a los padres en su tarea de brindar a los hijos una educación conforme a sus ideales humanos y cristianos. De esta libérrima actuación vuestra, a la que incansablemente animó San Josemaría a personas del mundo entero, nació la Universidad Internacional de Cataluña, que ahora cumple su primera década de existencia.»

Així resumia la història de la UIC; els antecedents de la nostra universitat arrelen en la dècada dels anys 60 i 70 del segle passat, quan uns matrimonis preocupats per la formació dels seus fills varen iniciar unes activitats de formació per a pares de família: els Cursos d’Orientació Familiar del FERT i, simultàniament, ensenyaments de nivell universitari que, al començament, eren complementaris dels estudis oficials i que, més endavant, van passar a dependre de la UNED. Quan, a principis dels 90, la llei va permetre la creació d’universitats privades, aquells pioners varen promoure la UIC a través de la Fundació Familiar Catalana. El 25 de setembre de 1997, el Parlament de Catalunya aprovava el projecte de la nova universitat, la tercera universitat privada de Catalunya, després de la Ramon Llull i la de Vic.

L’esperit fundacional de la UIC i la seva relació amb l’Opus Dei

Més endavant, Mons Echevarría feia referència a les relacions de la UIC amb la Prelatura de l’Opus Dei i precisava els objectius fundacionals de la institució:

«Quienes, con plena responsabilidad personal, sacáis adelante este centro, que tiene un carácter plenamente civil, sois, algunos, fieles del Opus Dei, otros, no; y deseáis difundir, junto con las demás disciplinas, en libertad, la luz de la fe cristiana y el espíritu básico que, por providencia divina, san Josemaría predicó por el mundo entero. A petición vuestra, la Prelatura del Opus Dei presta la asistencia pastoral que la Universidad ofrece, tanto a los estudiantes como al profesorado, al personal no docente, a los antiguos alumnos y a los colaboradores.»

En el discurs, abans d’entrar en el tema de la família, punt central de la conferència, encara aprofundia en l’ideari de la UIC:

«Esta inspiración cristiana y la importancia que se da a la familia –características originarias de esta institución–, no son impedimento, sino, al contrario, acicate, para desarrollar una rigurosa labor de investigación y una alta excelencia académica. Lo sabéis bien: “Una Universidad de la que la religión está ausente, es una Universidad incompleta: porque ignora una dimensión fundamental de la persona humana, que no excluye –sino que exige– las demás dimensiones”[1].

»Pertenecen, estas palabras que acabo de pronunciar, a unas declaraciones que realizó san Josemaría hace ahora poco más de 40 años. En aquella ocasión, el fundador del Opus Dei mencionaba también otro elemento, que resulta imprescindible y dota de un sentido pleno tanto a la universidad como a la familia: la vocación de servicio a los demás. Decía así: “Es necesario que la Universidad forme a los estudiantes en una mentalidad de servicio: servicio a la sociedad, promoviendo el bien común con su trabajo profesional y con su actuación cívica. Los universitarios necesitan ser responsables, tener una sana inquietud por los problemas de los demás y un espíritu generoso que les lleve a enfrentarse con estos problemas, y a procurar encontrar la mejor solución. Dar al estudiante todo eso es tarea de la Universidad”[2]

Mons. Javier Echevarría havia arribat amb AVE dos dies abans a l’Estació de Sants des de Madrid. Els quatre dies que va ser a Barcelona va tenir una sessió a l’IESE, va beneir una imatge de Santa Maria a l’oratori de l’Escola Pineda de l’Hospitalet i va tenir diverses tertúlies a Xaloc i a Viaró.

El mateix dia 17, abans de la conferència, va beneir la imatge de la Mare de Déu que hi ha al campus de Barcelona de la UIC i va reunir-se amb la Junta de Govern i el Patronat Universitari. Com a obsequi per la visita a la UIC, se li va regalar un calze i, en rebre’l amb agraïment, va dir que li recordava el calze amb què celebrava sant Josepmaria que, segons li havia comentat, el feia pensar en la seva persona en el sentit que, tot i sent de poc valor material (era de llautó), posat a les mans de Déu, tenia una elevada missió.

Després de reiterar la seva alegria per ser a la UIC, va continuar dient:

«¡Ánimo!, precisamente cuando surjan las dificultades, porque si estamos con el Señor, si Deus nobiscum, quis contra nos? No hay nada que nos pueda detener, aunque tengamos que penar en una serie de cosas.»

«Hay que poner a Cristo –va continuar afirmant– en la cumbre de toda la actividad de la Universidad; otra cosa sería un fracaso total, aunque pueda brillar un poco de tiempo. Así se han levantado muchas torres, que han pasado porque no tenían la finalidad de dar gloria a Dios. En cambio, lo que se levanta para dar gloria a Dios no decae, aunque en ocasiones algunos quieran sustituirle por otras cosas. Y les anima a buscar la gloria de Dios, porque, como decía Nuestro Padre: “cuando la siembra es de santidad, nada se pierde”.»

A continuació, va signar al Llibre d’Honor:

«Doy gracias a Dios por encontrarme aquí en el aniversario de la Beatificación de S. Josemaría. Muchos frutos –incontables, también otros futuros– han surgido por la vida santa, entrañablemente humana, de este sacerdote que buscó, ocultándose y desapareciendo, dar a Dios toda la gloria, ¡y Él no puede fallar!, por eso la UIC, si somos todos fieles, alcanzará muchos objetivos, de la mano de nuestra Madre Santa María.

+ Javier»

No va ser aquesta la darrera ocasió en què el prelat de l’Opus Dei va visitar la UIC. Ho va fer també l’any 2012, arran de la benedicció d’una imatge de sant Josepmaria a l’església de Sant Julià, a Andorra. El diumenge dia 2 de desembre, va tenir una tertúlia en la qual va conversar una bona estona amb el PDI (personal docent i investigador) i el PAS (personal d’administració i serveis) de la nostra Universitat.

Josep Argemí. Rector de la UIC (2001-2010)


[1] San Josemaría, Conversaciones, n. 73

[2] ídem, n. 74