Opus Dei

Este documental presenta testimonios de guatemaltecos de toda condición y procedencia, que intentan vivir en su vida diaria el espíritu del Opus Dei.

Luis Mendoza es agregado y actualmente trabaja como agente de seguros. Por un tiempo tuvo dos programas de televisión en San Luis Potosí, experiencia en la que comprobó que actuar como payaso y aparecer en la pequeña pantalla también son camino de santidad.

Unas palabras de Mons. Javier Echevarría impactaron a Francisco, de Aguascalientes, que, junto con Mary, su esposa, tomó la decisión de adoptar. Así comenzó una auténtica aventura: la historia milagrosa de Juan Pablo y Mateo.

Alejandro y Paz han estado casados por 45 años. De esa vasta y entrañable experiencia, surgen algunos consejos para construir un cariño humano que, para ser auténtico, ha de planearse, cultivarse y alimentarse.

Cada niño trae una alegría diferente, y en familia se aprende a dar, en especial si se tienen ocho hijos que aportan cosas distintas, como explica Anabel Barrios, de Aguascalientes.

Tere Espín de Ruiz, supernumeraria, da clases de filosofía y religión en Aguascalientes. Sabe que la enseñanza le permite tocar el alma de sus alumnas y por eso se esfuerza en prepararlas para que enfrenten un mundo sediento de verdad.

Tomado con mesura, el tequila, como el vino, puede alegrar el corazón, sostiene Vinicio Estrada; además, nos explica cómo su experiencia en el cultivo del agave le ha enseñado que las almas tienen que madurar para alcanzar el cielo.

José Genaro, supernumerario, entendió el Opus Dei desde lo alto de un campanario y al mirar una servilleta para tortillas bordada y planchada. Presentamos la segunda y última parte de su testimonio.

Con su trabajo profesional, que consiste en aliviar dolencias del cuerpo, José Genaro, que trabaja para el Club Atlas, puede tocar también el alma de sus clientes y, sobre todo, de sus amigos. Presentamos la primera entrega de su testimonio.

La amistad, la generosidad y la fuerza de voluntad son virtudes esenciales de un alpinista. Así lo explica Jean Guerrero, supernumerario regiomontano que se ha aventurado a montañas como el Kilimanjaro y el Aconcagua.