
El estudio es una actividad que podemos realizar con Jesucristo. Y, con su ayuda, ejercitar las virtudes y servir a muchas personas. El fundador del Opus Dei se fijó en el ejemplo de Jesucristo, que, durante treinta años, permaneció en Nazareth trabajando, desempeñando un oficio: «en manos de Jesús el trabajo (...) se convierte en tarea divina, en labor redentora, en camino de salvación», escribió.