Un terapeuta que se respeta (II)
José Genaro, supernumerario, entendió el Opus Dei desde lo alto de un campanario y al mirar una servilleta para tortillas bordada y planchada. Presentamos la segunda y última parte de su testimonio.
Un terapeuta que se respeta (I)
Con su trabajo profesional, que consiste en aliviar dolencias del cuerpo, José Genaro, que trabaja para el Club Atlas, puede tocar también el alma de sus clientes y, sobre todo, de sus amigos. Presentamos la primera entrega de su testimonio.
El Opus Dei a 5,895 metros de altura
La amistad, la generosidad y la fuerza de voluntad son virtudes esenciales de un alpinista. Así lo explica Jean Guerrero, supernumerario regiomontano que se ha aventurado a montañas como el Kilimanjaro y el Aconcagua.
Lo valiente no quita lo caballeroso
Sin duda, a Tirso Contreras le apasiona su trabajo como guardia de seguridad y paramédico, pero cuando se trata de descubrir aquello que transformó su vida hay que escucharlo hablar de su familia, en especial de Lupita, su hija.
Somos Las Fuentes y todo va a estar bien
Para Luisa Fuentes, de Chihuahua, los cambios permiten crecer y conocerse mejor. Ella ha enfrentado grandes retos, como luchar para salir adelante después de la muerte de su papá o ir a estudiar lejos de su casa.
Hecha por Dios
Algunos cambios radicales en su vida, llevaron a Paz Bautista, supernumeraria, a pensar en hacerse un tatuaje muy particular… Además, descubrió que si pones el amor a Dios al principio de todo, una vida llena de ceros se convierte en un número muy grande.
Escrivá y la Obra
El P. Carlos Núñez, vicario del Opus Dei para Monterrey, publicó este artículo en El Norte con motivo del 40 aniversario del fallecimiento de san Josemaría
“Muestra que eres Madre”
Mons. Crispín Ojeda, en la misa que celebró en la Basílica de Guadalupe con motivo de la fiesta del fundador del Opus Dei, recordó la visita de san Josemaría a México y habló de la importancia de confiar primordialmente en Dios.
Recuerdos del 26 de junio de 1975
Los distintos eventos que ocurrieron en la vida de Lucilín Ramírez el 26 de junio de 1975 fueron un regalo sorprendente. Ella estuvo al lado del fundador del Opus Dei en Castelgandolfo y después, por una coincidencia, durante los primeras horas de la partida de san Josemaría al cielo.
“No sabéis lo que habéis perdido”
El 26 de junio de 1975, Miguel Moya, mexicano y ahora sacerdote, llegó tarde al oratorio y vio que había otras personas rezando por alguien que había fallecido. Los minutos siguientes fueron conmovedores, pues no esperaba que le dijeran que san Josemaría se había ido al cielo.