"Los cristianos somos ciudadanos del mundo"

Entrevista al Vicari de la Prelatura per a Catalunya, Dr. Antoni Pujals, publicada a La Vanguardia el passat 13 de gener (versió original, en castellà).

El Opus Dei conmemora el 70. º aniversario del paso de Josemaría Escrivá de Balaguer por las tierras de la baronía de Rialb y del Alt Urgell hacia Andorra. Cumple 25 años como prelatura y 80 desde el inicio de sus actividades apostólicas. El IESE celebra sus 50 años. De todo ello habla el vicario para la delegación de Catalunya de esta prelatura, Antoni Pujals (Terrassa, 1955).

El Opus Dei vive un denso calendario de aniversarios...

Dos se refieren al trabajo evangelizador del fundador del Opus Dei en Catalunya. Fue muy densa la relación de san Josemaría con estas tierras. Él, personalmente, acompañado de Álvaro del Portillo, inició la labor del Opus Dei aquí, adonde acudió muchas veces. Ahora se cumplen 70 años de su estancia más prolongada en Catalunya y de la primera vez que celebró aquí la eucaristía. De aquella estancia - de la que se publica una investigación histórica, Andorra, terra d´acollida-guardó siempre el recuerdo de una protección especial de la Virgen, en momentos de zozobra interior.

¿Protección de la Virgen?

En la relación del fundador del Opus Dei con Catalunya palpó la protección particular de la Virgen como en 1946, por parte de la Mare de Déu de la Mercè, de camino a Roma para lograr la aprobación jurídica del Opus Dei. O cuando, en la fiesta de la Mare de Déu de Montserrat de 1954, quedó curado de la diabetes.

Bien. Otro aniversario es el cincuentenario del IESE.

San Josemaría alentó para que hubiera en Barcelona un centro para formar directivos de empresas que dependería de la Universidad de Navarra. En esta universidad pronunció hace 40 años la homilía Amar al mundo apasionadamente, que condensa de modo paradigmático el mensaje de lo que él llamó "materialismo cristiano", que se encuentra en el corazón de la tarea del IESE.

¿Materialismo cristiano?

Él nos animaba a considerar que Dios llama a los fieles corrientes a servirle en y desde las tareas civiles, materiales, seculares de la vida humana: en el trabajo y las ocupaciones cotidianas. El reto consiste en lograr que la vida espiritual tenga consecuencias en el vivir diario. Lo resumía así: "Nuestra época necesita devolver a la materia y a las situaciones que parecen más vulgares su noble y original sentido, ponerlas al servicio del Reino de Dios, espiritualizarlas, haciendo de ellas medio y ocasión de nuestro encuentro continuo con Jesucristo". Por ejemplo, la vida de familia, el amor humano y el matrimonio son lugares privilegiados de trato íntimo con Dios, haciéndolos a la vez plenamente humanos. Es un mensaje muy actual: descubrir toda la grandeza vocacional del matrimonio y de la familia.

¿Por qué consideran ustedes que esta homilía es histórica?

Personalmente, de esa homilía me impactó mucho su insistencia en la secularidad de los cristianos: somos ciudadanos del mundo, con los mismos derechos y responsabilidades que los demás. De ahí se deriva que la acción de los católicos en la vida civil debe ser consecuencia del personal ejercicio, libre y responsable, de los derechos y obligaciones, con unos principios compartidos - los que emanan de la doctrina cristiana- pero con una acción muy plural. Se trata de una apuesta decidida por la libertad de acción, junto con la responsabilidad en sacar adelante la propia sociedad.

Estas cuestiones son hoy muy debatidas. Hubo el acto del 30 de diciembre en Madrid. ¿Qué papel tiene el Opus Dei?

El Opus Dei se propone realizar una gran catequesis, sobre todo entre los laicos, para una toma de conciencia de lo que implica ser cristiano en el mundo. En esta se incluye la importancia de la familia, como destacan Benedicto XVI y los obispos. La familia es fuente de deberes y derechos, y resulta vital para el desarrollo de las personas, no sólo para los cristianos. Pero corresponde a otras instancias de la estructura jerárquica de la Iglesia, como los obispos diocesanos, las orientaciones concretas sobre las cuestiones públicas que se plantean en cada lugar y en cada momento histórico. Esas orientaciones cuentan siempre con nuestro apoyo.

El Opus Dei también actúa en barrios como el Raval donde tienen contacto con inmigrantes de fe o cultura musulmana y con escasos recursos económicos. ¿Cuál es su experiencia de esta relación?

La misma que tienen muchos fieles del Opus Dei que conviven con personas de otras creencias. La tarea que desarrolla Braval y Terral, como su acción social en torno a la Iglesia de Montalegre, están abiertas a personas no católicas, como otras muchas instituciones del barrio. Este respeto por sus convicciones es compatible con que los propios centros socioeducativos no escondan su propia identidad, y desarrollen actividades de formación católica para los que lo deseen. Seguimos este criterio, y no hay ningún problema.

¿Pero cómo vive el Opus Dei la secularización y la crisis de fe de Occidente?

Los fieles del Opus Dei son personas corrientes, y conviven en este ambiente. Vivimos ese fenómeno como lo viven todos los cristianos. Pero prefiero ver en la situación actual una buena oportunidad para que los cristianos seamos más coherentes, llevemos la alegría de la fe a todos los ambientes y nos impliquemos más en el día a día de nuestras sociedades, sin mentalidad de selectos pero sin complejos.

A veces hay conflictos como el litigio entre Lleida y Barbastro por las obras de arte. ¿Cuál es la postura del Opus Dei, presente en ambas diócesis?

La actividad de la prelatura del Opus Dei está insertada en la pastoral de cada diócesis. No nos corresponde adoptar, ni aquí, ni en Roma ni en ningún otro lugar, ninguna postura ni a favor ni en contra en un litigo entre dos diócesis en las que trabajamos desde hace muchos años. Rezo para que se encuentre una buena solución para todos.

Enllaç relacionat:

versió en català

    Oriol Domingo // La Vanguardia