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500 personas de diez países asistirán al VI Simposio Internacional San Josemaría en Jaén

Tendrá lugar el 16 y el 17 de noviembre

El VI Simposio Internacional San Josemaría reúne en Jaén procedentes de diez países a 500 participantes

“La crisis sólo se remonta con una sociedad con valores”

Entrevista al catedrático de Economía Antonio Argandoña. Pronunciará la conferencia inaugural del VI Simposio de San Josemaria ''El trabajo como servicio", que se celebrará en Jaén los días 16 y el 17 de noviembre.

Del Opus Dei

Ezinne Ukagwu: “Mi madre me decía que si quieres ser feliz en este mundo tienes que ayudar a la gente”

Su trabajo por la formación de las mujeres nigerianas ha hecho que reciba estos días en España el Premio Harambee a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana. Entrevista en Revista 21.

"Álvaro del Portillo. Un hombre fiel"

Recientemente Ediciones Rialp ha publicado "Álvaro del Portillo. Un hombre fiel", una biografía del primer sucesor de San Josemaría. Ofrecemos, también en formato pdf, el capítulo titulado "El Concilio Vaticano II".

Del Opus Dei

Ezinne Ukagwu: "Las mujeres africanas saben que si luchan saldrán ganando"

La economista nigeriana ganó el premio Harambee 2012: "Hay veces que los musulmanes respetan a los cristianos que viven allí, porque ven que no interfieren en su vida"

Los míos, los tuyos, el nuestro

A los 33 años Liliana Olivieri tuvo su sexta hija y a los pocos meses su marido se murió repentinamente. De pronto se vio con una familia que debía sacar adelante y muy sola.

En memoria de Álvaro del Portillo

Homenaje de la Universidad de Navarra a su anterior Gran Canciller.

Del Opus Dei

La crisis me acercó a Dios

Toni López es el encargado de mantenimiento del Colegio Miralvent (Castellón). Está casado con Adela, con quien tiene 4 hijos. Relatan cómo conocieron el Opus Dei y cómo procuran vivir su vocación en estos tiempos de dificultades económicas.

El más guapo de la foto

Cuando me dijeron que "con el pico y la pala”, podía unir el cielo y la tierra si trabajaba bien y lo ofrecía a Dios me sentí importante y descubrí que, al fin y al cabo, Dios había pensado en mí y me amaba mucho más de lo que podía imaginar. Nunca pensé que perforar aceras –y luego dejarlas más vistosas, por supuesto- fuera un camino de santidad.