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La infancia de Álvaro del Portillo

La historia de cualquier persona está salpicada de pequeñas y grandes anécdotas que ilustran su carácter, el modo de afrontar la vida, las circunstancias en la que toman decisiones… En la biografía del futuro beato Álvaro del Portillo, aportan matices que dejan ver la normalidad de una vida vivida cara a Dios. Iniciamos hoy una serie de anécdotas sobre el sucesor de san Josemaría, extraídas del libro "Álvaro del Portillo, un hombre fiel", Javier Medina. Ed. Rialp, Madrid 2012.

Favores

Años de juventud de Álvaro del Portillo

Desde muy joven Álvaro se preocupó por la pobreza moral y material. No era una preocupación teórica. Supo dedicar tiempo a dar catequesis en barrios periféricos de Madrid y atender a niños sin nada ni nadie, que vivían en la calle esperando que alguien se ocupara de ellos.

Favores

"Vamos a rezar a Álvaro del Portillo para que la pelota vuelva"

Karol, Javier y Juan son tres niños de Palma de Mallorca que han sido testigos de un “milagro”. No ha sido una gran curación, ni han encontrado un puesto de trabajo o una buena novia para el día de mañana; se trata de algo mucho más cotidiano.

Favores

​Tres en uno

Don Álvaro es mi intercesor para buscar empleos. Ya me ha concedido otros favores que escribí. Esta vez los ha concedido a mí y a dos amigas.

Favores

Dos corazones latiendo

Mi esposo y yo llevamos casados casi seis años. Nos casamos jóvenes: él tenía 23 y yo 25. Nuestra mayor ilusión era formar una familia.

Favores

​Desapareció por completo

Trabajo en la administración de una residencia grande. Un día me caí en el suelo de la cocina y, para no golpearme la cara, puse los brazos. Desde entonces tuve un fuerte dolor en los brazos y en las muñecas.

Favores

​Volvió a su vida normal

Hace aproximadamente cuatro meses, mi madre comenzó con temblores en las manos y en los labios. Fuimos a un doctor y le diagnosticaron el mal de Parkinson.

Favores

​Consiguió plaza en la universidad

Mi hermano acabó el bachillerato. Yo no podía inscribirlo en una universidad privada por falta de dinero. Somos huérfanos y soy la mayor.

Favores

Menos del 1%

Gloria, mi cuñada, estaba embarazada de ocho meses de su quinta hija cuando le fue diagnosticada una anomalía preocupante que los médicos llaman "placenta previa". Unos días más tarde tuvo una hemorragia y fue llevada en ambulancia al hospital.

Favores

​No tenía la culpa

En Navidad aumenta el tráfico en la ciudad. Un día, parada en un semáforo en rojo, un auto manejado por un joven me cerró, y al hacerlo se le rompió el espejo lateral, pues rozó con el mío.

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