«En Kenia con 50 euros se cubre la sanidad de un niño diez años»

Irene Kyamummi (Uganda, 1983) es médico y, desde hace años, está al frente de Child Health Project (CHEP) en Kenia. Más de 5.000 niños han pasado sus instalaciones para otorgarles asistencia sanitaria a niños sin recursos.

ABC (Sevilla) «En Kenia con 50 euros se cubre la sanidad de un niño diez años»

«En Kenia con 50 euros cubres las necesidades sanitarias de un niño durante diez años», afirma esta doctora, que es clara en sus planteamientos y que asevera firme que ha venido a recaudar fondos para llevar también el proyecto a Uganda. «Necesitamos tener un lugar para los niños, tenemos el terreno, pero necesitamos el dinero para construirlo», señala Kyamummi en una reunión de antiguos alumnos de los colegios Romeral y Sierra Blanca de Málaga.

La doctora acaba de recibir el Premio Harambee 2020 a la promoción e igualdad de la mujer africana. «Hay muchas niñas que no llegan a la escuela y otras que la dejan para que sus familias puedan cobrar la dote al casarse», recuerda Kyamummi, quien explica que la educación y la sanidad van juntas en la lucha por conseguir un futuro para la mujer en África.

En Kenia están en una región donde llevar a los niños a la escuela puede salvarles la vida, porque sus madres trabajan en plantaciones de té. «Hubo un caso de un chico que tenía problemas en la piel y pensamos que era SIDA. Le hicimos las pruebas y descubrimos que también los tenían dos hermanos más», recuerda la activista.

Su trabajo es también una lucha contra la tradición y las convenciones sociales, sobre todo a la hora de sacar adelante a las niñas. «Sin la motivación de los padres las niñas pierden el ánimo de estudiar», relata Kyamummi, quien explica su ejemplo como una fórmula a seguir para las mujeres africanas.

Ella era la cuarta de ocho hermanos y tuvo que estudiar para conseguir becas que le posibilitaran seguir estudiando, hasta conseguir el sueño de ser médico. «Mis padres eran profesores y me apoyaron, me animaron a estudiar», recuerda como contrapunto a lo que pasa en muchas familias, donde las niñas son entregadas a hombres para su casamiento. «A mí eso sólo me lo decía mi madre cuando me portaba mal», recuerda sonriente.

Es complicado mantener a las niñas en las escuelas. «Si la madre ha estudiado es más fácil que las niñas encuentren apoyo para hacerlo, aunque siempre los padres también deben estar involucrados», narra Kyamummi, quien añade que hay muchas familias que no ayudan a que sus hijas estudien y se acentúa el problema. «En muchos paises de África se intenta que las mujeres estudien, incluso cuando son mayores. Se hace para integrar a los hijos en la educación», revela la doctora.

En CHEP, el programa que dirige, las niñas llegan a recibir ayuda psicológica para tratar los problemas con las familias. Pese a esto, el 30 por ciento de las niñas acaban marchándose del colegio. «No hay dinero. Son personas muy pobres y las niñas dejan de ir para ayudar en la economía familiar, incluso casándose», explica la doctora.