Medio millón de jóvenes dan la bienvenida al Papa

JMJ 2005. Benedicto XVI ha llegado a la ciudad alemana de Colonia rodeado del entusiasmo y del afecto de miles de jóvenes. 100.000 peregrinos festejaron en Bonn la llegada del Papa; 51.000 celebraron la Eucaristía en el estadio de Düsseldorf; y más de 500.000 jóvenes han abarrotado las orillas del río Rin para dar un caluroso bienvenido al Papa.

El Santo Padre ha llegado a su tierra natal. En su primera visita oficial fuera de Italia, Benedicto XVI ha sido recibido en Alemania por el presidente alemán, Horst Koehler y por canciller Gerhard Schröder. Medio millón de personas, la inmensa mayoría jóvenes, han llenado las calles en las inmediaciones de la catedral de Colonia, lugar del primer encuentro de los jóvenes con el Papa.

El presidente de Alemania, Horst Koehler, reconoció hoy que le emociona especialmente que sea un alemán quien ocupe "la silla de Pedro". En un discurso de bienvenida que brindó al Papa Benedicto XVI a su llegada al aeropuerto Konrad Adenauer de Colonia, elogió su trayectoria académica y su empeño por que la fe tenga un papel relevante en la vida secular.

"¡Bienvenido a su tierra, bienvenido a Alemania! La Jornada Mundial de la Juventud es un acontecimiento maravilloso. Me parece extraordinario que tengamos entre nosotros a tantos jóvenes", prosiguió. "Nos emociona especialmente, y lo digo también como cristiano protestante, que un alemán ocupe la silla de Pedro", aseguró Koehler. "Su elección como Papa reviste importancia histórica: tras el Papa de Polonia, que fue el primer país invadido por Alemania en la Segunda Guerra Mundial, ha sido elegido como sucesor de San Pedro alguien que forma parte de la llamada generación de los 'niños de la defensa antiaérea'", añadió el presidente.

Por su parte, las primera palabras del Santo Padre fueron para mostrar "su inmensa alegría" por estar en su "querida patria Alemania". El Pontífice dijo sentirse dichoso de "estar entre los jóvenes, de apoyar su fe y de animar su esperanza". El obispo de Roma, manifestó que está seguro de recibir algo de los jóvenes, "sobre todo de su entusiasmo, de su sensibilidad, y de su disponibilidad, para afrontar los desafíos del futuro".

En los próximos días, el Papa seguirá una apretada agenda, que incluye la visita a la sinogoga de Colonia. El programa del Papa concluirá con la celebración de la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud, a la que se espera asistan más de un millón de personas.