Mons. Martínez Camino, Obispo Auxiliar de Madrid: “Sin santidad no hay evangelización”

Monseñor Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, presidió hoy la ceremonia de bendición de la sepultura e inhumación de Guadalupe Ortiz de Landázuri, química madrileña del Opus Dei que será beatificada próximamente, y a la que calificó de “un ejemplo de la santidad vivida en lo ordinario”, con “una santidad que es la clave de la evangelización de la Iglesia”.

El Real Oratorio del Caballero de Gracia en Madrid acoge ya los restos mortales de la madrileña Guadalupe Ortiz de Landázuri, una vez que la Congregación de las Causas de los Santos aprobara el traslado de los restos de la que será la primera mujer del Opus Dei en ser beatificada.

Junto a familiares, amigos y devotos, concelebraron con monseñor Martínez Camino el sacerdote Luis Cruz, sobrino nieto de Guadalupe. El obispo se refirió a la Gaudete et Exsultate, la exhortación apostólica del Papa Francisco como llamada “a desear la santidad” y agradeció al Opus Dei “la actividad apostólica que desarrolla en Madrid, con estos frutos extraordinarios de santidad para la obra evangelizadora de la Iglesia”.

En la oración de los fieles se pidió por la Iglesia en Madrid y por el Plan Diocesano de Evangelización y tras la eucaristía la urna con los restos mortales fue depositada en un lugar destacado del Oratorio. Al final el obispo pidió oraciones para que se sigan suscitando vocaciones, teniendo en cuenta que “todo es don de Dios, sin razón para el engreimiento”.

Concelebraron Ramón Herrando, Pedro Álvarez de Toledo y José Javier Marcos, vicarios del Opus Dei; el rector del Oratorio, Juan Moya; Alberto Fernández, delegado de las Causas de los Santos del Arzobispado; José Carlos Martín de la Hoz, vicepostulador de la Causa y Luis Cruz.

Guadalupe Ortiz de Landázuri, una madrileña a los altares

Nacida en 1916 en el barrio de Malasaña, después de estudiar bachillerato en el Instituto Miguel de Cervantes, se matriculó en 1933 en la carrera de Ciencias Químicas, siendo una de las 5 mujeres de una clase de 70 estudiantes.

Perteneciente al Opus Dei desde 1944, Ortiz de Landázuri desarrolló su vida profesional en España, México e Italia, países en los que llevó a cabo una intensa evangelización y promoción social, especialmente dedicada a la mujer.

La próxima beata era doctora en Químicas con una tesis sobre "Refractarios aislantes con cenizas de cascarilla de arroz", y en 1965 recibió el “Premio Juan de la Cierva” de investigación.

A partir de los años 40, Guadalupe enseñó Física y Química en varios centros de Madrid, como el Colegio de las Irlandesas, el Liceo Francés, la Escuela femenina de Maestría Industrial, el Instituto Santa Engracia y el Instituto Ramiro de Maeztu.

Tras su trabajo en España, México e Italia, Guadalupe es recordada por su “pasión universitaria e investigadora”, su “compromiso social lleno de disponibilidad y alegría”. Falleció en 1975, tras una larga enfermedad del corazón.