“Educar a una niña es educar a un país”

Irene Kyamummi recibe el Premio Harambee 2020 por su labor con el proyecto “Child Health Project”.

La Razón “Educar a una niña es educar a un país”

La ambición es una virtud cuando lo que se persigue es ayudar al resto, y eso es exactamente lo que le ocurre a Irene Kyamummi, una mujer que después de trabajar en Kenia con el proyecto Child Health Project (CHEP), que ha permitido que con 50 euros un niño pueda recibir atención médica durante 10 años, ahora quiere conseguir lo mismo en Uganda.

En el año 2008 la doctora comenzó a trabajar en el Mulago Hospital, el centro médico público más grande de Uganda. En 2010 la Fundación Kianda le propuso dirigir el proyecto CHEP en Kenia, lo que no solo implicaba dejar atrás su país, sino también su trabajo estable. A Kyamummi le atrajo “la posibilidad de poner al servicio de niñas y niños todo lo que sabía”, así que se embarcó en esa aventura que le cambiaría la vida a ella y aun más a la población infantil keniata. “No me acercaba al premio Nobel pero sí a niños que necesitaban un médico", dijo mientras recogía el premio que le ha concedido la ONGD Harambee.

Más de la mitad de la población de Uganda son niños y su situación en las zonas rurales es muy preocupante: 3 de cada 10 sufren desnutrición y 2 millones tienen retrasos en el crecimiento. Estos datos los dio la propia Kyamummi, que también quiso resaltar la necesidad de tener más médicos: “En España hay casi cuatro médicos por cada 1.000 habitantes, mientras que en Uganda, para la misma cifra de población, hay 0,12”.

Una de las cuestiones clave a nivel de salud es lo que la doctora denomina como «cultura de la sanidad», y es que hay muchos niños que se ponen enfermos y no lo saben, al igual que muchas familias desconocen cuándo deben visitar a un doctor. La higiene es fundamental en este ámbito, y la falta de agua, el principal problema: “La supervivencia se mide en litros de agua”, aseguró la doctora. Aunque el proyecto CHEP esté enfocado hacia los niños, lo cierto es que la información que adquieren la comparten con sus familias. “Educar a una niña es educar a un país”, resumió.

Ganar en salud implica ganar en educación, ya que para formar niños se necesita que estén sanos y puedan ir a la escuela con regularidad. Es un ámbito que se debe reforzar, ya que tal y como recordó Kyamummi, los países africanos “tienen la tasa de emprendimiento más alta del mundo, y es la única región en la que las mujeres están más dispuestas a emprender que los hombres". No dudó en brindar el premio al resto de compañeras que no se llaman Irene Kyamummi pero que también emplean su vida en hacer de África un país mejor.

Ana García

La Razón