Cuando el Opus Dei "creció para adentro"

El Consulado del Mar acoge una muestra sobre la estancia de San Josemaría Escrivá en Burgos en los años 1938-1939

La muestra fue presentada por el historiador Constantino Anchel junto al vicario de la Obra en la región, Ángel Lasheras, y el arzobispo de Burgos.

Presentación

Burgos significó para la historia del Opus Dei el comienzo de la expansión a todo el mundo. Desde la capital castellana, durante la Guerra Civil, se fraguó la marcha a numerosos países por decenas de miembros de la Obra y se «creció para adentro» en una época difícil de la historia de España, según manifestó ayer el historiador Constantino Anchel, investigador del Centro de Documentación San Josemaría Escrivá de la Universidad de Navarra, durante la apertura de la muestra que sobre la estancia del fundador de la Obra ha organizado la Asociación Arlanza en la capital burgalesa.

La exposición recoge libros -entre ellos un Camino de la primera edición dedicado a los monjes de Silos en 1941 por Escrivá, que realizaría allí unos ejercicios espirituales fundamentales en su vida en 1938-, imágenes y diversos objetos de la estancia de este sacerdote español elevado a los altares como santo en 2002.

Fue en Burgos, precisamente, donde San Josemaría acabó de escribir Camino en su primera edición y se pasó a la imprenta para su publicación. También comenzó su tesis doctoral sobre la Abadesa de las Huelgas, que luego motivo sucesivos viajes suyos a la capital burgalesa.

Interpelación

La exposición, cuya comisaria es la doctora María Jesús Coma, pretende ser también una «interpelación de lo que supuso el Opus Dei desde su presencia en los años de Burgos a ampliar posteriormente el paisaje vital de millones de personas».

La prelatura tiene como principal objetivo la formación de los cristianos y la predicación de la santidad en medio del mundo, entre todos los ciudadanos. En Burgos, se ubicó el único centro de la Obra que existía durante la Guerra Civil, ya que algunos de sus miembros estaban destinados en esta capital castellana, a ellos se les unió San Josemaría en enero de 1938 hasta marzo de 1939. También en Burgos vivió durante esos meses el que luego sería el primer sucesor de Escrivá, monseñor Álvaro del Portillo.

Santa Clara, el antiguo Hotel Sabadell, en la avenida de Valladolid, o la calle Concepción fueron los sucesivos lugares donde vivió este santo español en su época burgalesa, inmerso en la vida cotidiana de una ciudad que era capital también en la España no republicana. Ajeno a los sucedidos políticos, Escrivá viajó también por diversos frentes para acompañar en la dificultad a los primeros miembros de la Obra, predicó ejercicios espirituales y escribió su principal libro espiritual.

Setenta años después, el Opus Dei quiere recordar en el Consulado del Mar lo que ha significado Burgos en los «cimientos» de la historia de la Prelatura con una exposición que también muestra la vida de Escrivá de Balaguer.

Ángel Ayala // Diario de Burgos