
«Dios mío, preséntame a una persona que me explique la Biblia»
Brigilda llegó a Burgos con 25 años y una beca Marie Curie bajo el brazo, decidida a hacer un doctorado sobre nanotoxicología en la Universidad. Unos meses más tarde recibía el bautismo en la Catedral de Burgos, de manos de su obispo. Llevaba años buscando a Dios, y pidiéndole que le presentase a alguien que le hablase de Él.