«A san Josemaría le gusta estar cerca de la gente»

El 6 de octubre tuvo lugar la Santa Misa con la bendición de un cuadro de san Josemaría Escrivá, en la Parroquia de Santa Teresa de Jesús (Huelva, España)

Presidió la concelebración D. Javier Yániz Fernández, Vicario del Opus Dei en Andalucía Occidental y Extremadura y concelebraron D. Sebastián Martín Macías, Párroco de Santa Teresa de Jesús, D. Manuel Jesús Carrasco Terriza y D. José María Rincón Fernández.

El cuadro es obra del pintor hiperrealista Manuel Higueras (Barcelona, 1973), reconocido retratista que ha desarrollado su formación y carrera profesional en Málaga; actualmente reside en Huelva.

Junto al cuadro de san Josemaría
Junto al cuadro de san Josemaría

En su homilía, D. Javier Yániz expresó su agradecimiento al párroco y a los fieles de la parroquia por su deseo de venerar a san Josemaría y les habló de cómo la devoción al “santo de lo ordinario”, como le llamó san Juan Pablo II, les ayudaría a santificar su vida diaria, sus afanes, su trabajo y su familia, para que fueran ocasión de encuentro con Dios y de servir a los demás y concluyó alentándoles a que fueran apóstoles y aprovecharan todas las ocasiones que tuvieran para transmitir la fe en Jesucristo a todos los que se encontraran en el camino de la vida.

Un favor de san Josemaría para una cooperativa de viviendas para gente humilde

Antes de seguir con la ceremonia, viene bien un poco de contexto: la historia de san Josemaría en el onubense barrio de La Orden, donde está ubicada la parroquia de Santa Teresa: en el barrio hay una plaza dedicada a san Josemaría Escrivá de Balaguer, fruto de una historia de entrega y amor a Dios de D. Manuel López Vega (1923-2019), que tenía mucha devoción a san Josemaría y era de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

Una familia junto al cuadro del fundador del Opus Dei

D. Manuel, mientras fue párroco de Los Dolores, fundó varias cooperativas para ayudar a resolver los problemas de infravivienda de la zona. En ‘Las Colonias’, se embarcó en la empresa de construir doscientas ochenta y ocho viviendas. Con las obras ya en marcha, una profunda crisis económica dio al traste con el proyecto. No se podían pagar las obras, gran parte de los cooperativistas habían abandonado, y los pocos que quedaban exigían o su vivienda o su dinero… La situación era dramática. Se movieron todos los recursos humanos para conseguir un aumento del préstamo, que fue denegado reiteradamente, dada la insolvencia de la cooperativa. Solo podría salvar el proyecto un milagro.

Junto con varios feligreses, se encomendó a Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer, que había fallecido hacía poco tiempo en Roma con fama de santidad, y aún no había sido beatificado ni canonizado, y al concluir la novena, llegó una carta del banco que ya había denegado el aumento del préstamo, pero esta vez concediéndolo. Se salvó el trance, se terminaron las viviendas y la cooperativa volvió a llenarse de socios. 

Una familia de la parroquia

Por aclamación se decidió en asamblea que una de las plazas de la barriada fuera dedicada a Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer, pues los hechos ocurrieron a final de la década de los años 70 del siglo pasado. Fue una de las primeras plazas que se dedicaron al santo en todo el mundo.

Para proteger a todo el barrio

Esta historia ofreció el fundamento y la ilusión a un grupo de personas para promover la colocación de un cuadro de san Josemaría en la Parroquia de Santa Teresa, situada en el barrio donde tuvo lugar la historia que acabamos de contar. 

D. Javier Yániz con una familia onubense

Así, el ahora santo, seguirá irradiando su protección a todas las personas y también se dará cumplida respuesta a un evidente deseo de D. Manuel López Vega, q.e.p.d. El Consejo Parroquial de Santa Teresa, presidido por su párroco D. Sebastián Martín dio el visto bueno a la iniciativa. El cuadro se encargó a Manuel Higueras, artista y seminarista del Seminario de Huelva que en el curso académico 23-24 realizó su labor pastoral en esa parroquia.

Varios amigos, tras la ceremonia de bendición del cuadro de san Josemaría

Pero volvamos a la ceremonia. Al acabar la Santa Misa, D. Javier Yániz procedió a la bendición del cuadro, situado en la nave del templo en un lugar algo elevado, que hasta entonces estaba cubierto por un paño, tan bien fijado al cuadro, que no había modo de retirarlo. Hubo que bajar el cuadro, y el párroco en su intervención rompió el cierto clima de expectación comentando que era mejor así, pues “san Josemaría quiere estar cerca de la gente”, a lo que respondieron los fieles asistentes a la celebración con un aplauso entusiasta… Y continuó: “ha sido providencial como ha sido también una Providencia especial en mi vida que el Sr. Obispo de Huelva me ordenara presbítero en esta parroquia, precisamente un 26 de junio de hace años y ahora tengamos aquí a san Josemaría en nuestra parroquia para acudir a él y pedir a Dios muchas gracias por su intercesión”.