Vídeo y relatos del prelado del Opus Dei en Chile

Del 24 al 30 de julio, el Prelado se reunió con miembros y amigos del Opus Dei que participan de las actividades inspiradas en las enseñanzas de san Josemaría en Chile. En su último día acudió al Santuario de la Inmaculada Concepción.

El Prelado del Opus Dei en Chile


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El Prelado en Chile 2024

Martes 30 de julio

En su último día en Chile, Mons. Fernando Ocáriz acudió al Santuario de la Inmaculada Concepción que está en lo alto del cerro San Cristóbal, donde una escultura de la Santísima Virgen cuida y protege la ciudad de Santiago. Allí, 50 años atrás, había rezado el rosario san Josemaría. Nada más bajarse del auto, el Prelado rezó una Salve a la Inmaculada.

Luego se acercó el rector del Santuario, padre Jaime Tocornal, quien le contó la historia del Santuario y le regaló un libro. Le comentó que tres santos habían estado allí: san Alberto Hurtado (santo chileno), san Juan Pablo II y san Josemaría.

Tras rezar ante la Inmaculada, tomaron fotos y saludó a las personas que estaban allí. De regreso, Mons. Ocáriz y quienes lo acompañaban se detuvieron unos minutos ante la imagen de san Josemaría que está en la calle del mismo nombre. Allí saludó a Maribel, quien transmitió el saludo a los jardineros que están a cargo del lugar, que recibieron agradecidos el mensaje del sucesor de san Josemaría.

A media tarde, con una mirada a los Andes desde las alturas, el prelado del Opus Dei despegó rumbo a Lima, en donde se quedará hasta el 8 de agosto.

Lunes 29 de julio

Durante la mañana del lunes, el Prelado visitó los colegios Trigales y PuenteMaipo, ubicados en Bajos de Mena, sector de escasos recursos en la comuna de Puente Alto. Estos colegios abrieron sus puertas por primera vez en 2018 y 2014, respectivamente.

Antes de llegar al Colegio Trigales, Mons. Ocáriz se detuvo en el Centro de Familia de la Fundación Nocedal, a la cual pertenecen esos colegios y que también reúne a colaboradores y vecinos de los colegios de la comuna de La Pintana, imparte diversos cursos y ofrece un consultorio jurídico y atenciones en el área de salud mental. Esto a raíz de que, el día anterior, durante el encuentro del Padre con las familias, un matrimonio que participa en dicho centro -Ricardo y Millaray- lo invitó que fuera a bendecir una imagen de la Sagrada Familia.

El Prelado en la biblioteca de Trigales con algunas estudiantes

A su llegada a Trigales, Mons. Fernando Ocáriz fue recibido por las autoridades del colegio, de la Fundación Nocedal, profesoras y personal administrativo. Unas estudiantes le dieron en nombre de todo el colegio una imagen de la Virgen del Carmen pintada por ellas no con pinceles, sino con 7.300 huellas digitales, cada una de las cuales iba acompañada del rezo de un Avemaría. Unos pasos más adelante, saludó a un grupo de alumnas que se preparan para recibir la primera comunión este año. Aprovechó la ocasión para decirles que el Señor ya las acompaña y que ahora lo hará de un modo más intenso, que “Él las quiere tanto y las está esperando en la Eucaristía”.

Imagen de la Virgen del Carmen hecha sin pinceles, solo con huellas dactilares

Luego, un grupo de alumnas del Taller de orquesta, había preparado una pequeña muestra con instrumentos clásicos. Al término, Mons. Ocáriz les dijo que la música es expresión de la belleza “que lleva a pensar en Dios, que es la belleza máxima”.

Después, se dirigió al espacio donde se levantará el futuro oratorio del colegio. Ahí bendijo una imagen de san José y otra de la Virgen, que presidirá un jardín del colegio.

En PuenteMaipo el primer encuentro lo sostuvo con el equipo de robótica, que recientemente obtuvo el premio “team revelación” en un campeonato mundial de robótica realizado en Estados Unidos. Ya en el patio, otro grupo de jóvenes de la orquesta del colegio, interpretó un tema de la película Jurassic Park. Más tarde, en pleno recreo, el Prelado plantó una haya chilena como recuerdo de su visita.

Al final de la visita, las colaboradoras del colegio sorprendieron al Padre con una torta que representaba el colegio en figuras pequeñas

Domingo 28 de julio

Con personas venidas de todo Chile se realizó el encuentro del Padre con familias: desde Arica, una ciudad fronteriza con Perú, hasta Punta Arenas, una ciudad a más de dos mil kilómetros de la capital hacia el sur.

Presidió la reunión un fondo de cordillera y mar, y una réplica de la Virgen del Santuario de Lo Vásquez –la “Purísima”– que está recorriendo distintas iniciativas apostólicas del Opus Dei, en agradecimiento por la romería que hiciera allí, hace 50 años, san Josemaría. Ante la imagen, los miles de asistentes rezaron el Ángelus y la orquesta del Colegio Nocedal y el coro del Colegio Almendral entonaron una pieza musical.

El hilo conductor de muchas respuestas del Prelado fue la necesidad de rezar: “Lo primero, para todos, es la oración”, afirmó. ¿Qué hacemos para preservar la fe de los hijos? Rezar. ¿Cómo vivimos con alegría las dificultades de la vida diaria al sacar adelante a la familia? Rezando. ¿Cómo podemos acompañar mejor a los mayores, a los enfermos, a los moribundos? Pidiéndole al Señor por esas personas y enseñándoles a rezar. Recomendó el rezo del Santo Rosario, asegurando el gran valor de repetir esa oración ante la Virgen, la “omnipotencia suplicante”. Señaló también que la fuerza la obtenemos de la Eucaristía –centro y raíz de la vida cristiana– porque ahí se hace presente la redención del mundo.

La Escuela Agrícola Las Garzas le regaló al Prelado una botella del vino que producen allí y que lleva el nombre de Don Adolfo, en recuerdo del sacerdote Adolfo Rodríguez, primera persona del Opus Dei en el país y uno de los principales promotores de la Escuela.

Un grupo de familias del Centro Familia de la Fundación Nocedal contaron que movidos por una carta del Padre en que manifestaba su cercanía y oración por los afectados por los graves incendios en Viña del Mar, 40 familias de La Pintana y Puente Alto fueron a socorrer y acompañar a las víctimas. Mons. Ocáriz les señaló que, junto con la ayuda material, entregaran siempre comprensión y cariño.

Sábado 27 de julio

El Prelado tuvo un encuentro en la mañana en la Residencia Universitaria Araucaria. Entre otras cosas, habló a las participantes de la disponibilidad para decir sí a los planes de Dios, que nos abre a lo que el Señor espera de cada uno. Luego, entonaron La Tropillita, de la cantautora chilena Violeta Parra.

Al final de la mañana recibió a Nena y Pepe, de 100 años, que fueron uno de los matrimonios que impulsaron varias iniciativas sociales y educativas a finales de la década de los sesenta.

En la tarde, recibió a varios matrimonios, entre los que había personas de la Obra y amigos. Entre ellos, se encontraban algunos que viajaron desde Antofagasta, Rancagua, Melipilla y Talca. Al finalizar la jornada, tuvo un encuentro en el centro cultural Alameda en el que animó a los asistentes a cuidar el mensaje que enseñó san Josemaría en esta nación hace 50 años, a manifestar la alegría que da el amor y a cuidar la fraternidad, de la que surge el impulso por acercar las almas a Dios.

Viernes 26 de julio

Más de 300 profesores escucharon con atención las palabras del prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, en la clase realizada a los pies de la Cordillera de Los Andes, donde se encuentra emplazada la universidad que lleva el mismo nombre.

Con esta actividad, Mons. Ocáriz, quien además es rector honorario de la universidad, dio inicio a su tercer día en tierras chilenas. Durante la exposición comentó los elementos que componen el concepto de “Identidad cristiana”, entre los que destacó la primacía de la persona, la preocupación por los demás, la armonía en la búsqueda de fe y razón, el amor a la libertad, la autoridad como servicio, la colegialidad, justicia y dimensión pública, entre otros.

“Las universidades nacieron bajo la inspiración del cristianismo. Porque en el fondo, el deseo de saber y profundizar en el conocimiento del mundo y de las personas es profundamente cristiano”. El Prelado explicó que en su origen y por su misma naturaleza, el cristiano en su proceso de búsqueda de la verdad, llega al conocimiento de Dios.

La identidad cristiana, concepto que resumió en “identificación con Jesucristo”, tiene un carácter institucional, y además personal. “La primacía de la persona es lo capital” señaló. En cada recinto educacional que tenga identidad cristiana, se necesita al menos un núcleo de vida cristiana personal, que vivifique la estructura, explicó.

Respecto al esfuerzo por lograr la excelencia profesional, el Prelado recordó que Cristo es perfecto Dios y perfecto hombre. “Lo cristiano es lo humano”, añadió, refiriéndose a que el esfuerzo por el trabajo bien hecho, era un elemento propio de la identidad cristiana. También se refirió a la necesaria colegialidad que debe existir en las universidades con identidad cristiana, lo que se explica como la toma de decisiones compartida.

La clase fue antecedida por una intervención del rector, José Antonio Guzmán, en la que recordó la frase de san Josemaría “soñad y os quedareis cortos”, para hacer alusión a los 8.900 estudiantes en pregrado, más de 2.100 en postgrado y otros 13.800 estudiantes en educación continua de la Universidad de los Andes.

Al finalizar la clase, el rector hizo entrega al Prelado de la Medalla de Oro, distinción que según se detalló en el lugar, se ha entregado a pocas personalidades en esa institución y que demuestra el gran valor y afecto al prelado del Opus Dei.

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Encuentro con jóvenes en el colegio Tabancura

En la tarde, el Padre estuvo con centenares de jóvenes que frecuentan las actividades de formación espiritual y humana que promueve el Opus Dei. El encuentro tuvo lugar en el Colegio Tabancura (Santiago de Chile), en la misma sala donde hace 50 años san Josemaría habló a un grupo de chilenos sobre vida de fe, apostolado y la búsqueda de la santidad en las realidades cotidianas.

“Somos apóstoles. Tenemos que querer a la gente. Todas las personas son objeto del amor de Dios”, dijo a los jóvenes. Y añadía que, para explicar y compartir con los amigos la experiencia de la oración, sobre todo con personas que están lejos de Dios, es importante que exista una verdadera amistad.

Luego, les habló de la necesidad de ponerse en la presencia de Dios y de rezar por los demás. Enfatizó que la experiencia de la oración debe transmitirse de modo sencillo y con naturalidad.

El Padre en el encuentro en Tabancura

El encuentro también tuvo momentos con música tradicional chilena y un grupo de estudiantes recitaron “Payas”, un tipo de poesía musical picaresca chilena que tiene como elementos característicos la rima e improvisación. Al finalizar, le regalaron al Prelado un poncho, una manta tradicional de lana de oveja de tejido denso y grueso, lo que le otorga gran resistencia al frío, al agua y larga durabilidad.

Al responder sobre cuáles eran los rasgos distintivos del Opus Dei, Mons. Ocáriz mencionó la centralidad de la Eucaristía: “gira todo alrededor de ella”, expuso. También habló del trato con Dios enraizado en el sentido de la filiación divina, que entre otros frutos, facilita el ambiente de familia que tiene la Obra en sus centros y en las familias de sus miembros y que debemos fomentar. Junto a ello, mencionó el rasgo esencial de poner en la santidad del trabajo el quicio de todos nuestros quehaceres.

En una de las últimas intervenciones sobre una iniciativa social de un grupo de jóvenes, respondió que en la persona humana hay una tendencia a buscar el bien de la gente, que con la gracia sobrenatural se ve acentuada esta tendencia a ayudar a los que necesitan más: “contamos con una gran luz, por lo tanto, tenemos la responsabilidad de ir a los demás. La clave está en ver en los otros a Jesucristo. No quedarnos parados, no quedarnos quietos. Muchas veces podemos hacer más de lo que pensamos”, concluyó.

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Jueves 25 de julio

En la mañana del jueves Mons. Ocáriz visitó al Arzobispo de Santiago, Monseñor Fernando Chomalí. Al encuentro asistieron además Mons. Alberto Lorenzelli, vicario general de la arquidiócesis, y el padre Juan Ignacio Schramm, vicario episcopal de la zona norte. Monseñor Chomalí le regaló al Prelado una medalla de la Virgen del Carmen y un libro.

Regalo de Monseñor Chomalí al prelado del Opus Dei

Posteriormente, el Padre, acompañado de un pequeño grupo, se dirigió caminando a la Catedral, vecina a la sede arzobispal. Rezó allí en la capilla del Sagrario y, al recorrer la iglesia, pasaron frente a la imagen del Apóstol Santiago, patrono de la ciudad, cuya fiesta se celebraba ese día. Se encontraron, además, con un grupo de jóvenes de la ciudad de Talca que habían viajado a la capital para un encuentro que tendría lugar en horas de la tarde. El Prelado se detuvo un rato con ellas y se tomó una foto de grupo.

A continuación, se dirigieron a la Parroquia El Sagrario, en la que está la imagen de la Virgen del Carmen, Patrona de Chile, y rezó allí unos minutos. Ante esta imagen había rezado don Adolfo Rodríguez, primer sacerdote enviado por san Josemaría para comenzar el Opus Dei en Chile, al día siguiente de llegar a ese país en 1950.

Mons. Fernando Ocáriz rezando a la Virgen del Carmen en la Parroquia El Sagrario

 En la tarde, Mons. Ocáriz se reunió con más de 350 jóvenes en uno de los auditorios de la Universidad de los Andes. Al ritmo de las preguntas de las asistentes, explicó que la clave de la felicidad en esta vida está en tener un corazón enamorado de Jesucristo. Además, señaló que ante las dificultades o el desánimo podemos dirigirnos a Dios como “Padre mío”, con la confianza de que somos sus hijos, miembros de su familia.

El Prelado animó a las asistentes a mover a otras personas a colaborar en obras de servicio a los demás, porque todos somos responsables del mundo en que vivimos. Por ello, las invitó a soñar con el bien de la propia existencia y de los demás. Les propuso tener una vida feliz, enamorada, llena de amor de Dios, incluso cuando aparezca el sufrimiento, porque en medio del dolor ayuda pensar en el amor que Dios tiene por nosotros.

No faltaron las canciones —un grupo cantó una melodía a la Virgen del Carmen, — y una joven interpretó al piano “Alfonsina y el mar”. También hubo regalos: un burrito que representaba 1000 horas de estudio ofrecidas por los frutos del viaje del Padre y unas zapatillas artesanales.

Al terminar, el Prelado invitó a los asistentes a ser generosos en su oración por el Papa, por la iglesia y por el arzobispo de Santiago, al que había visitado en la mañana.

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Miércoles 24 de julio

A las 7:10 de la mañana del miércoles 24 de julio tocaba tierra chilena el avión en el que viajaba Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei. Ahí lo esperaban un grupo de familias. “Le dimos un gran, gran despertar”, comentaba una de las madres allí presentes. Y así fue, pues habían preparado un par de canciones para recibirlo. La primera que entonaron fue Contracorriente, compuesta por una de las niñas que formaban parte del grupo familiar y cuya letra está dedicada a los jóvenes. La segunda fue la icónica canción Si vas para Chile compuesta por Chito Faró, interpretada por el grupo Los Huasos Quincheros y que años atrás habían cantado a san Josemaría.

En el aeropuerto dando la bienvenida al Padre

El Padre se acercó a saludar y conversar con cada familia con mucho cariño. Algunas le regalaron galletas caseras, otras flores y cartas. Cuando le tocó el turno a la familia Johnson Estévez —una de las familias fundadoras del naciente colegio Pedregales— , le entregaron un cofre con piedras del colegio, para que bendijera esta iniciativa que ha comenzado hace poco.

El Prelado bendijo unas piedras del colegio Pedregales

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Preparación del viaje

La visita se desarrolla en el marco del 50 aniversario del viaje que realizó san Josemaría a varios países latinoamericanos.

En una carta fechada el 15 de julio, el prelado escribió: "Dentro de pocos días, emprenderé el viaje a algunos países de Sudamérica, comenzando por Chile. Como para todo, cuento con la ayuda de vuestra oración".

Mons. Ocáriz tendrá un encuentro con familias el domingo 28 de julio a las 12:00. Éste será presidido por la imagen de la Virgen de Lo Vásquez, quien estará visitando en esos días distintas obras sociales y apostólicas del Opus Dei. Este peregrinar de la "Purísima" empezó cuando el padre César Flores, vicerrector del Santuario de Lo Vásquez, contactó al vicario del Opus Dei en Chile, padre Álvaro Palacios, para ofrecer que una réplica de la imagen de la Virgen hiciera una peregrinación para conmemorar los 50 años de la visita de san Josemaría a Lo Vásquez. “Queremos que hoy sea la Purísima de Lo Vásquez quien visite a san Josemaría Escrivá y su obra”, le explicó.

El día 30 de julio Mons. Fernando Ocáriz continuará su viaje pastoral a Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela

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