Ir de visita al Asilo Sociedad De Señoras Conferencia San Vicente de Paúl en Guayaquil es algo familiar para nosotras, pues lo hacemos varias veces al año. Pero esta vez queríamos que sea especial porque coincidía con el Día de Reyes. ¡Imaginen la celebración!
El Padre Carlos, de la Iglesia San Josemaría, consiguió un autobús que nos transportó al lugar. Se creó un ambiente festivo gracias a la colaboración de todas las personas que se unieron a la visita.
Fue un evento encantador, lleno de alegría y canciones. Contamos con el apoyo de varios amigos que realizaron donaciones y preparamos hermosos regalos para las señoras y las enfermeras que las cuidan. Además de recibir la visita de los Reyes Magos le dimos una cálida bienvenida al Nuevo Año.
Nos esmeramos en atender a las señoras con especial cariño. Ellas compartieron con nosotras consejos y nos contaron recuerdos y anécdotas de su juventud. Normita, una de las que esperaba con más alegría nuestra llegada, bajó para la celebración a una imagen del Niño Jesús para tomarnos fotos con Él. Otra residente, Georgina, cantó y bailó toda la fiesta. Mientras que Carmen se emocionó mucho con las actividades preparadas. Entre boleros y canciones de Julio Jaramillo a cargo de un cantante vivimos un hermoso festejo.
Poco a poco se va consolidando un grupo comprometido que está encantado de encontrarse en este lugar con mayor frecuencia.
Son varios los voluntarios que disfrutaron mucho de esta labor. Andrea, ofreció chocolate para acompañar la rosca de reyes. José, se encargó de los helados, y junto a Gigi y Dani, animaron a las señoras, quienes incluso se levantaron a cantar y bailar con ellos. Gigi aprovechó la oportunidad para explicar sobre la Epifanía del Señor y el significado de la visita de los Reyes Magos en nuestra vida. Verónica, Sofía, Mabel y las demás cuidaron de las señoras asegurándose de que ninguna se quedara sin compañía.
Los regalos fueron una gran sorpresa que recibieron con alegría y gratitud. Elegimos artículos de cuidado personal y los entregamos en bolsas pintadas a mano, con imágenes del nacimiento y de los Reyes Magos. El cariño puesto en cada detalle se sentía con mucha intensidad.
Un aspecto significativo de nuestras visitas es que afianzamos los lazos de amistad que vamos cultivando en los encuentros. También es motivador ver cómo crece en los voluntarios el sentido de entrega a los demás.
Terminamos el festejo con el rezo del Ángelus al medio día. Para algunas amigas, esta era su primera vez en el asilo. La mayoría, ya éramos rostros familiares. Poco a poco se va consolidando un grupo comprometido que está encantado de encontrarse en este lugar con mayor frecuencia. Este fue solo el comienzo. Tenemos planeado volver muchas veces más durante los próximos meses del año.