Vivir el Club Yarey #DesdeTuCasa

A pesar del confinamiento, las instructoras del Club Yarey se las han ingeniado para continuar con las actividades del club de forma remota. En este artículo una de las encargadas del club cuenta su experiencia y cómo lo sacaron adelante.

Desde que supimos que ya no iríamos a los colegios, que las niñas ya no podrían venir al Club, que tendríamos que cancelar la promoción rural en Oaxaca, es decir, desde que fuimos conscientes de que todo iba a cambiar, tuvimos una idea muy clara: el confinamiento no sería pretexto para tirar la toalla. Al contrario, las actividades se tenían que tomar con mayor intensidad para estar cerca de las personas y aprovechar este tiempo de crecimiento para adentro.

Pensando en esto, en el Club Yarey decidimos lanzar la campaña #DesdeTuCasa para estar cerca de las niñas y sus familias a pesar del confinamiento. La primera actividad fue un rally fotográfico virtual para las niñas de primero y segundo de secundaria. Mandamos las instrucciones al grupo de Whatsapp del Club y no tardaron en llegar las fotos de las niñas cumpliendo los retos para divertirse y, ¿por qué no?, llevarse el premio que el Club enviaría por Rappi a la ganadora.

La actividad fue todo un éxito y las niñas pidieron que se repitiera. Así fue. Se convocó a otro rally virtual y tuvo un éxito aún mayor. Muchas más niñas participaron. Hubo detalles conmovedores como la historia de Marifer que, para el reto “hacer FaceTime con tus abuelos”, hizo una videollamada con su abuela y bisabuela a la que nos ha pedido que encomendemos mucho. Las juezas del concurso también destacaron la participación de la familia Sammy en el reto ‘TikTok’, pues nunca habían visto a un papá bailando con tanto estilo.

Siguiendo la idea de que el confinamiento no es pretexto, las instructoras de Yarey hemos continuado con las actividades del Club. Por medio de videollamadas hemos dado clases de cocina, tertulias y el ‘PnG’ (Personal Growth) para que las niñas puedan seguirlas desde casa. Gracias al apoyo de Julieta, Ivanna, Ale, Anna Clau, Anita y Mari las niñas han podido disfrutar del Club durante la pandemia.

Tener el día de Club, aunque sea desde su casa, es una manera no solo de entretenerlas un rato en la tarde, sino de involucrar a toda la familia en algo que las hace crecer. Las mamás están muy contentas de ver a sus hijas motivadas y saber que sienten al Club cerca. Igualmente, las tertulias y círculos de jóvenes se han mantenido en el mismo día y horario por medio de videollamadas. No solo eso, sino que ya hemos tenido dos retiros mensuales, uno con niñas de secundaria y otro con universitarias.

Como parte de la labor apostólica del Club, se ha transmitido la Santa Misa por Instagram Live en la que ponemos en la patena las intenciones de las personas que siguen la transmisión. La semana que no pudimos tener la celebración, muchas familias nos escribieron para decir que la extrañaron, como Ana y María quienes nos contaron que ya tenían acomodadas las sillas para vivir la Santa Misa en familia.

Viendo el lado positivo al confinamiento, hemos podido dar las meditaciones de forma remota, lo que ha permitido que lleguemos a muchas más personas, pues se unen las niñas del Club, las de las actividades para jóvenes y sus familias. La mamá de Karola, que ha estado muy emocionada con todas las actividades, nos contó que invitaron a sus hermanos a escuchar la meditación y hasta uno de ellos invitó a su novia que vive en Panamá. Así, muchos han compartido las meditaciones y más personas han podido aprovecharlas.

Han sido tantos los detalles que cada familia ha tenido que no podríamos escribirlos todos, nos sentimos muy cerca de nuestras amigas y también de sus familias. Las niñas están muy contentas, sus familias muy emocionadas y nosotras conmovidas por la respuesta que hemos recibido. Con o sin pandemia, en el Club Yarey nos seguiremos esforzando por ayudar en la formación de las niñas porque tenemos claro que el confinamiento no es pretexto.