Una Devoción Universal

La devoción al Fundador del Opus Dei se ha extendido por muchos países y se expresa de maneras tan diversas, como diversas son las formas de agradecimiento de las personas que acuden a su intercesión

Detalle del retablo principal. Iglesia de san Josemaría en Guadalajara, México

El 26 de junio de 1975 Mons. Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, fallecía en Roma con fama de santidad. Personas de todos los estratos sociales y profesiones comenzaron a encomendarle diversos asuntos y acuden a su ayuda. El 6 de octubre de 2002, Su Santidad Juan Pablo II lo declara santo y seguro intercesor en el Cielo.

La devoción al Fundador del Opus Dei se ha extendido por muchos países y se expresa de maneras tan diversas, como diversas son las formas de agradecimiento de las personas que acuden a su intercesión.

Una muestra de la devoción popular son las iglesias y capillas que tienen la advocación de san Josemaría. Estos lugares sagrados, se localizan tanto en las grandes metrópolis como en las pequeñas poblaciones, en zonas céntricas de las ciudades como en colonias de gente sencilla y humilde que tienen devoción al santo de lo ordinario. Tal es el caso de una Iglesia en Cañete (Perú) o de la Capilla de una iglesia en Lázaro Cárdenas, Michoacán (México).

Parroquia de san Josemaría en Roma

El Papa Juan Pablo II ha dedicado una parroquia en Roma que lleva su nombre. Otras iglesias con la advocación del santo se encuentran en: Kolin (Polonia), Río de Janeiro (Brasil), Lauffé (Chile), Guayaquil y otras localidades de Ecuador, Valencia y Barbastro, su ciudad natal (España). En Guadalajara (México), el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez puso bajo su patrocinio una Iglesia el 29 de agosto de 2003.

Varias capillas también llevan su nombre: en la Catedral de la Almudena y en la Basílica Pontificia de San Miguel, en Madrid (España), en la Catedral de Guayaquil (Ecuador), en la Iglesia de Hereford (Cardiff), en la Peterskirche, Viena (Austria), en el Centro de Información Católica de Washington (EEUU).

En el ámbito civil, diversas autoridades han decidido promover -en su memoria- monumentos, plazas y calles. Es el caso de Argentina, Colombia, El Salvador, Filipinas, Guatemala, Honduras, Italia y México (en Monterrey, Guadalajara y Aguascalientes) entre otros.

La devoción a san Josemaría alcanza las oficinas postales. Diversos países han emitido sellos de correo con su efigie: Brasil, Colombia, Filipinas, Ecuador, España, Honduras, Italia, Perú, Polonia, El Salvador, Uruguay y Venezuela.

Un muelle italiano, una cima de los Andes en Bolivia, con 5,290 metros de altura; un Centro de Educación Preescolar en Sao Paulo; o una procesión con su imagen en Cañete (Perú), son, entre otras, algunas manifestaciones pintorescas del agradecimiento y devoción de tantas personas hacia el Fundador del Opus Dei.

Este santo nos invitaba a ser del mundo sin ser mundanos; a buscar la santidad en medio del mundo a través del trabajo ordinario… sin salirse de su lugar cada uno… a encontrar a Dios en lo pequeño, en lo “intranscendente” para los ojos de muchos, pero santificante y santificador a los ojos de Dios. Resulta muy natural que la devoción a este santo vaya llenando las diversas esferas y ámbitos de una vida corriente: las calles, las plazas, los colegios, las iglesias, los montes...

Oficina de Información del Opus Dei en Internet