Traer un poco de cielo a la tierra

Brigitte Irwin forma parte del personal de Thornycroft Hall Conference Center en Inglaterra. Ella nos explica lo que se necesita para que los huéspedes estén bien atendidos, y reflexiona también sobre el significado más profundo de su trabajo.

Brigitte Irwin

Soy bióloga, y siempre he amado la ecología. Bueno, la ecología más importante que hemos de atender es la ecología humana. Si lo piensas, si no aprecias y cuidas de la vida de las personas que tienen a su alrededor, de tu familia, no puedes ser realmente un buen ecologista. No sería una ecología verdadera.

Thornycroft Hall es una casa de retiros con muchas actividades a lo largo del año: cursos, jornadas de estudio, talleres y seminarios sobre todo tipo de temas -ética empresarial, temas de actualidad, filosofía, teología, el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica ...-. Ahora mismo están teniendo lugar unas jornadas de estudio sobre el legado de la visita del Santo Padre al Reino Unido el pasado mes de septiembre. También tenemos retiros espirituales de un día de duración o de varios días.

Enriquecer la vida de las personas

Mi papel aquí, en Thornycroft Hall, es facilitar y apoyar la tarea de la gente maravillosa con la que trabajo, asegurando las mejores condiciones para aquellos que quieran participar en las actividades que se organizan.

Procuro crear un ambiente acogedor que ofrezca a la gente la oportunidad de salir del ajetreo y el bullicio normal de la vida cotidiana por un tiempo para que puedan estudiar y reflexionar y conseguir un nuevo enfoque en su existencia, que esté más en sintonía con la condición humana, con la verdad sobre la vida y el mundo ..., y pienso que ayudar a crear un ambiente que les dé el espacio, el tiempo y la paz que necesitan es realmente valioso.

Thornycroft Hall

No estoy involucrada en la organización de los cursos, sino que me centro en el funcionamiento de la casa para que esta resulte acogedora, tranquila, limpia, y los participantes cuenten con una buena alimentación de forma que están bien cuidados y se sientan como en casa.

Y si pasar unos días aquí les ayuda a mejorar su relación con Dios y con los demás, a recuperar su vitalidad y energía, o a elaborar soluciones para los problemas de hoy, también se llevan con ellos un poco de paz y del bienestar que aquí se respira.

De hecho, como yo lo veo, las actividades que aquí se realizan enriquecen las vidas de los asistentes, y alcanzan también a todas las personas con las que están en contacto: en primer lugar a sus propias familias y a continuación a sus amigos, conocidos, compañeros de trabajo, y al final, llega al conjunto de la sociedad, porque incluso si sólo una persona procura cuidar y ayudar a los demás de alguna manera el mundo entero se beneficia.

Una parte muy importante del Opus Dei es el verdadero calor de hogar de la familia cristiana, y tenemos un papel importante que desempeñar en esto. Mi trabajo aquí en Thornycroft es bastante parecido al soporte de lona que aguanta un tapiz: puede estar oculto y su importancia puede ser pasada por alto, pero sin él, el tapiz se cae a pedazos.

Brigitte Irwin