Tejiendo redes por los niños

Luz María Barreiro junto con un grupo de amigas descubrieron que algunos municipios de Guadalajara tenían muchos problemas infantiles y sociales, por lo que decidieron poner en marcha un plan de educación integral para mejorar el entorno en el que estos niños se desenvolvían.

Hace cinco años me llamó por teléfono Maribel, regidora del municipio de Guadalajara, amiga mía desde la época del Colegio; las dos hemos recibido formación en un centro del Opus Dei. Su área de trabajo era el desarrollo y cuidado de la niñez y estaba preocupada por el deterioro social y moral de algunas zonas de Guadalajara con alta incidencia en violencia, prostitución infantil y drogadicción.

La experiencia de muchos años de trabajo en la lucha por alcanzar mejores niveles de desarrollo me ha llevado a la conclusión de que, con las herramientas necesarias, son los niños quienes pueden lograr el cambio.

Un grupo de amigas, profesionales en desarrollo social, implementamos un proyecto de intervención a través de redes sociales de apoyo ̶ estrategia de articulación entre instituciones y personas, para lograr objetivos compartidos explícitos, manteniendo la identidad de los participantes ̶ con el fin de dotar a los niños y niñas de competencias para la autonomía y auto cuidado que les permitan una vida más sana, más auténticamente humana que les lleve a enfrentarse, con mejores herramientas, al mundo de los adultos y lograr modificaciones en su entorno.

Las alumnas, antes de la pandemia que, en equipos marcando metas para trabajar en la red durante ese mes.

Hemos establecido un modelo de intervención en redes de apoyo social a nivel escolar en niños y niñas de 4º, 5º y 6º de primaria, por encontrarse en la edad de mayor riesgo de prostitución y desarrollo de adicciones, para desarrollar competencias de autonomía: auto estima, auto dominio, auto motivación, auto conocimiento (identidad) y relaciones interhumanas sanas.

También se han implementado redes familiares y comunitarias con una actividad deportiva. Al estar en el contacto con los niños se descubren personas que requieren atención psicológica a los que también se les atiende con un programa especial, hasta que pueden integrarse a la red.

Desde hace cuatro años estamos trabajando en las colonias Rancho Nuevo y Flores Magón, municipios de Guadalajara, activando redes escolares y familiares.

Los niños y niñas se marcan metas y mediante la actividad de todos los de la red van logrando alcanzarlas, así han mejorado en su rendimiento escolar, en el diálogo entre ellos bajando el nivel de violencia. Apoyados en un plan de valores a alcanzar como el orden, la moderación, la amabilidad, van avanzando en las diferentes dimensiones de la autonomía. Se desarrolla la confianza y la reciprocidad de servicios, base del capital social.

Contamos con el apoyo de varias universidades a través de alumnos de servicio social, que acuden a las aulas a trabajar las metas con los niños.

En tiempos nuevos, nuevas ideas.

Con la pandemia no podíamos ir a las escuelas, aprovechamos la plataforma de nuestra página web para comunicarnos con los niños, elaboramos con los alumnos del servicio social más de 800 videos que reforzaban conocimientos de Matemáticas y Español, actividad física, entretenimientos y avances en las competencias señaladas para cada grado escolar.

Los alumnos que no están integrados en la red tienen un acompañamiento especial con psicólogos.

La experiencia de estos años nos lleva a pensar que, mediante el compromiso y esfuerzo de las niñas y los niños, acompañados por activadores de redes, psicólogos, consultores familiares y entrenadores deportivos, podemos avanzar en la lucha contra la prostitución infantil, la violencia, la drogadicción, por la solidez de la familia y la participación social de las comunidades en beneficio del capital social.

Los alumnos y alumnas de servicio social y todo el personal de Tejiendo redes por los Niños, A.C. hemos mejorado en contacto con el programa. Al hablar de orden, vemos necesario mejorar primero nosotros.

Para apoyar más el sistema de videos que nos vimos obligadas a trabajar, establecimos un plan de llamadas telefónicas para no perder el contacto humano y para platicar con los niños: Ingrid nos decía por teléfono «a mí no se me ocurre qué puedo hacer por los demás, yo soy la más chica…» Gaby que le llamaba le decía: «a ver, piensa en algo…» Ingrid tuvo una idea: «mi mamá me dice que no coma con las manos, yo no le hago caso y mis sobrinitos que vienen a comer también comen con las manos. Si yo me propongo comer con cuchara ellos también lo harán y mamá estará contenta.»

Ese fue su plan de la semana, al siguiente telefonazo Ingrid estaba muy contenta de haber logrado que ella y los pequeños comieran bien. Ahora está planeando una nueva meta.

Con ilusión esperamos al siguiente año para seguir con los niños y el nuevo grupo de voluntarios. Así todos podemos ir de la mano en el logro de un mejor México.