Una transformación de luz en sus vidas, así es como las familias Gaehd Salinas y Frías Sánchez definen su pertenencia al Opus Dei. Estos dos matrimonios regiomontanos, quienes desde hace años pertenecen a esta institución de la Iglesia Católica, coincidieron en que el Opus Dei les ha abierto los ojos a la realidad, a través del profundo amor de Dios.

Cambio radical en la vida y crecimiento espiritual

César Gaedh y Mercedes Salinas, quienes pertenecen al Opus Dei desde hace 25 y 31 años respectivamente, manifestaron que esto les ha cambiado la vida por completo, ya que les ha permitido ver a Dios en todos los ámbitos.

«Te motiva ese amor que te inculcan a tu Padre Dios; te sientes hija de Dios, amada por Dios; te impulsa ese amor a ser mejor persona en las virtudes y entonces te das cuenta de que te vas llenando de paciencia.

»Desarrollas muchas virtudes, vas haciendo un esfuerzo en tu vida por crecer en virtudes, por ser mejor persona y vivir la caridad y el amor a los demás», indicó la señora Mercedes Salinas de Gaehd.

Mencionó también que al encontrar tanta sabiduría en la doctrina de la Iglesia, crece la ilusión por saber más y a la vez crecer como persona.

Desarrollo de virtudes

En la vida de todos hay dificultades, pero el pertenecer al Opus Dei le ha permitido ver todas las situaciones bajo otra perspectiva, e incluso practicar la virtud de la fortaleza ante las adversidades.

«Podría pensarse: “Desde que soy del Opus Dei me ha ido como en feria, ¿qué pasaría si me salgo del Opus Dei?” Pero el planteamiento es precisamente el contrario: “Ante las circunstancias adversas, ¿cómo habría reaccionado si no fuera del Opus Dei”.

»Vas aprendiendo a ver el lado positivo a las cosas. Creo que es la enseñanza constante de la Iglesia, si queremos ser fieles», expresó César Gaedh.

Ayuda a su alrededor

Pero no sólo pertenecer al Opus Dei ayuda a sus fieles, pues también con el ejemplo se sirve a quienes los rodean, entre ellos los hijos.

Gerardo Frías, quien tiene18 años en el Opus Dei, considera que formar parte de la Obra ha ayudado en gran medida a mejorar su relación tanto matrimonial como con sus hijos.

«Es una guía muy bien definida que nos ayuda a nosotros y a nuestros hijos indirectamente, porque no están en contacto directo con la Obra; servimos de ejemplo para que vayan tomando esa guía: el ejemplo es lo que mejor educa. Vamos moldeando el comportamiento de nuestros hijos en la medida de lo posible».

Santificarse en la vida cotidiana

Para su esposa, Dinah María Sánchez, pertenecer a esta Obra es una oportunidad para santificar su vida y encontrar siempre la manera de tomar el camino correcto.

«Estar en el Opus Dei me cambió la vida radicalmente, porque ahora no nada más me levanto, sino que ofrezco el día a Dios; no solamente hago lo que tengo que hacer, pues se trata de santificar esas actividades.

»El Opus Dei es como un faro que sabes que mientras estás en el camino correcto te está guiando; a veces te sales porque nadie es perfecto, pero reaccionas y vuelves a tomar el camino», externó.

Aprender a llevar tu cruz y tener una multivisión

Mediante la espiritualidad del Opus Dei, la cruz, es decir, los momentos difíciles, cobran sentido y son aceptados con amor. Mercedes Salinas de Gaedh manifestó que actualmente con el materialismo se pretende sobrellevar esa cruz, pero ese no es el camino.

«La felicidad está en aceptar cada momento de tu vida; tendrás momentos buenos y otros difíciles o dolorosos, pero sabes que tu cruz tiene sentido porque en la Obra hemos aprendido a amar esa cruz con ilusión».

«Al estar en la Obra adquieres una multivisión de la vida; no solamente la visión humana, sino también la visión sobrenatural: ves o intentas ver las cosas en un sentido más amplio y eso hace que tu radio de acción se vaya expandiendo para llegar a la mayor cantidad de gente que puedas llegar», apuntó César Gaedh .

El Opus Dei fue fundado el 2 de octubre de 1928 y en México está presente desde 1949, donde al igual que en otros lugares, es reconocido por las autoridades civiles y eclesiásticas. Su misión es difundir la llamada universal a la santidad y el apostolado en el cumplimiento de los propios deberes profesionales y familiares, siguiendo el ejemplo de Cristo en la vida ordinaria.

Está constituido por un Prelado, un presbiterio o clero propio (sacerdotes y diáconos), y laicos. Dentro del Opus Dei se organizan charlas, clases, días de retiro, medios de dirección espiritual, entre otras actividades, para dar a conocer y ayudar a vivir las enseñanzas del Evangelio y del Magisterio de la Iglesia.

Resumen del artículo publicado en «El Porvenir», Monterrey, México, (27 IX 2008).