“Ruego a Dios que nos conceda el milagro de la paz"

Al término de la lectura de decretos de milagros, el Prelado del Opus Dei señaló que la aprobación de un milagro atribuido a la intercesión del beato Josemaría “es para mí motivo de alegría”. Y añadió: “A pocas fechas de la Santa Navidad, ruego a Dios que nos conceda el milagro de la paz, de esa paz que en ocasiones parece inalcanzable”.

Roma, 20: "Los milagros son siempre un signo de la misericordia de Dios con los hombres. Por eso, la noticia de la aprobación por el Papa de varios milagros, y entre ellos uno atribuido a la intercesión de Josemaría Escrivá, precisamente en vísperas del centenario de su nacimiento, es para mí motivo de alegría.

Deseo hondamente que los cristianos renovemos nuestra fe en el poder del Señor y en la ayuda de los santos. Hoy, a pocas fechas de la Santa Navidad, ruego a Dios que nos conceda el milagro de la paz, de esa paz que en ocasiones parece inalcanzable: la paz en los corazones, en las familias y entre los pueblos.

A la vez, sé que no basta suplicar a Dios los milagros. Jesucristo nos llama a ser "sembradores de paz y de alegría", como repitió con constancia Josemaría Escrivá. Y Juan Pablo II acaba de recordar que la paz se construye con obras de justicia y de perdón. Colaboremos, por tanto, con la Providencia divina para lograr el don inmenso de la paz. Es propio de los hijos de Dios pedir perdón, rectificar cuando personalmente hemos ofendido. Y reconforta mucho perdonar, sin guardar resentimientos. Llevemos esta comprensión a nuestro alrededor, a la propia familia, a los amigos, a los colegas... Y de este modo, por círculos concéntricos, cada vez más amplios, se irá difundiendo ese espíritu de fraternidad y misericordia que el mundo anhela. El ejemplo de los santos es motivo de esperanza".