Un corazón abierto a Dios y acogedor con los demás

En la audiencia general, el Papa Francisco recordó que el libro de los Hechos de los Apóstoles narra la llegada de Pablo a Filipos, colonia romana de la Macedonia. Así entró el Evangelio en Europa. También recordó que la primera que se bautizó fue una mujer llamada Lidia, que “abrió su casa a los demás Apóstoles”.

Queridos hermanos y hermanas:

El libro de los Hechos de los Apóstoles narra la llegada de Pablo a la ciudad de Filipos, colonia romana de la Macedonia, y por tanto la entrada del Evangelio en Europa.

Esta hospitalidad de Lidia nos recuerda la acogida y el servicio que caracterizaban a las mujeres que acompañaban a Jesús y a los Apóstoles

Hay tres acontecimientos que caracterizan este episodio. En primer lugar, el bautismo de Lidia, una mujer creyente a la que el Señor por obra del Espíritu le abrió el corazón para que aceptara la enseñanza de Pablo. Una vez que el corazón de Lidia se abrió, pudo acoger a Cristo mediante el bautismo, junto a toda su familia, y abrió su casa a los demás Apóstoles. Esta hospitalidad de Lidia nos recuerda la acogida y el servicio que caracterizaban a las mujeres que acompañaban a Jesús y a los Apóstoles. Gracias a esta acogida femenina florecieron las domus ecclesiae, las iglesias domésticas, entre los primeros cristianos.

En segundo lugar, Pablo y Silas fueron denunciados por los dueños de una esclava que tenía un espíritu de adivinación y les procuraba muchos beneficios, y a la que los Apóstoles liberaron con un exorcismo. En la cárcel, en vez de lamentarse, alababan a Dios y Él los salvó mediante un terremoto que sacudió la prisión y rompió las cadenas que los ataban.

Y, por último, la conversión y el bautismo del carcelero y de toda su familia. En medio de la noche, él creyó en el Señor Jesús, junto a toda su familia, acogió a los apóstoles en su casa, les lavó las heridas y recibió el Bautismo. Después, lleno de alegría por haber creído en Dios preparó la mesa y celebraron la fiesta. En medio de la noche, para el carcelero y su familia brilló la luz de Cristo, se rompieron las cadenas del corazón y experimentaron una alegría indescriptible.

***

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, venidos de España y de Latinoamérica. Pidamos al Espíritu Santo que nos dé un corazón abierto a Dios y acogedor con los demás, con una fe audaz capaz de romper las cadenas que nos oprimen a nosotros y a los demás. Que Dios los bendiga.

© Copyright - Libreria Editrice Vaticana


Algunos recursos relacionados con esta catequesis del Papa sobre los Hechos de los Apóstoles

Catequesis previas sobre los Hechos de los Apóstoles.

Versión digital gratuita de los Evangelios.

La Biblia de la Universidad de Navarra se hace digital.

Nueve preguntas para entender qué es la Iglesia.

El fuego de los primeros cristianos (Editorial Vida cristiana).

Los primeros cristianos: consideraciones de San Josemaría.

Libreria Editrice Vaticana / Rome Reports