Fiesta en la casa de María

El 28 de junio, en la Basílica de Guadalupe, S.E.R. Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico de Su Santidad en México, presidió la celebración eucarística acompañado por Mons. Francisco Ugarte, Vicario del Opus Dei para México.

En su homilía, Mons. Pierre comentó el Evangelio del san Lucas que narra la vocación de Pedro, Santiago y Juan, transformados por Cristo en pescadores de hombres.

El Nuncio comentó que san Josemaría también recibió una llamada particular, “fruto de un encuentro privilegiado con Cristo” y añadió: “La santidad de san Josemaría ha sido el resultado del encuentro permanente con su Maestro, un encuentro deslumbrante, un encuentro que cambió profundamente su existencia humana transformándola, abriéndola. Eso es el trabajo de Dios en cada uno de nosotros cuando dejamos abrirnos a Él, cuando dejamos la gracia de su presencia transformar nuestra existencia para adaptarnos a esta nueva relación, que es una relación muy íntima: una nueva amistad”.

Dirigiéndose a los fieles del Opus Dei, Mons. Pierre les recordó: “ustedes también saben que lo esencial de su existencia es precisamente vivir esta relación viva con el Señor, el Maestro, el Maestro de Pedro, el Maestro de cada hombre y mujer, el Creador, el Salvador, esta Persona que ha venido para anunciarnos que Dios nos ama y que ese amor es real, es un amor que no es solamente una idea, es un amor que se manifiesta dentro de nuestra existencia para hacernos precisamente entrar en ese amor que el Espíritu pone en nuestros corazones para hacernos entrar en contacto permanente con Él, vivir dentro del corazón de Dios Trinidad, animados por su Espíritu".

Enseguida, Mons. Pierre explicó cómo la gracia de Dios transforma nuestra vida para que descubramos nuestra propia vocación, lo que Dios quiere de cada uno de nosotros. Esta llamada universal a la santidad, continuó el Nuncio, “corresponde verdaderamente al corazón de Dios y a la larga tradición de la revelación cristiana y de la Iglesia” y explicó que “todos tenemos una vocación, hay que encontrarla, hay que descubrirla, hay que abrir nuestro corazón”.

El representante de Su Santidad Bendedicto XVI agregó: “Como Jesús encontró a Pedro en lo más profundo de su humanidad, todos nosotros tenemos que encontrar a ese Señor dentro de nuestra humanidad para poder ofrecer esta humanidad a Dios (…) se trata de santificar nuestras personas pero siempre nuestras actividades, para poder contribuir a la transformación del mundo dentro de la Iglesia, sacramento de la presencia de Dios”.

Esta vocación “magnifica, bella, extraordinaria”, añadió Mons. Pierre, sólo puede vivirse al dejar que sea Dios el autor de nuestro trabajo. De ahí que san Josemaría, explicó el Nuncio, haya llamado a esta obra, Obra de Dios, pues él, “como un servidor sencillo, sabía que todo lo que se hacía a través de él y a través de sus discípulos, todo lo que se hace a través de ustedes, siempre será Opus Dei, siempre será Obra de Dios y precisamente esa es vuestra fuerza, esa es vuestra seguridad. La Obra de Dios -el Opus Dei- no podrá producir sus frutos si no es Dios quien trabaja a través de nosotros. Por eso necesitamos a cada momento de nuestra existencia dejar a Dios tomar posesión de nuestras vidas”.

Finalmente, el Nuncio invitó a los presentes a vivir “al modo de María. De hecho hoy celebramos esta fiesta en casa de María, con la protección de la sierva del Señor, que siempre ha dejado su vida -desde el inicio hasta el final-ser conducida por Dios. (…) El Opus Dei es también, como la vida de María, ponerse totalmente a disposición del Señor para que Él nos transforme y transforme la realidad humana a través del modo como nosotros trabajamos Un gran misterio, una vocación, una visión para cada uno de nosotros. Cada uno de ustedes va a realizar una misión para hacerla fructificar; de hecho, el Opus Dei es el trabajo de todos ustedes”.

Santificar lo cotidiano

En la misa presidida por Mons. Emilio Carlos Berlié Belaunzarán, Arzobispo de Yucatán, Mons. Francisco Ugarte recordó a san Josemaría Escrivá como un discípulo lleno de fe, un siervo fiel, con una peculiar visión para alcanzar la santidad. “El santo tuvo la misión de contagiar a todo el mundo la santidad”, afirmó. “Decía que Dios nos espera cada día, en las acciones más comunes, en la vida ordinaria se debe tratar de santificar lo humano, lo cotidiano”, agregó (Fuente: Claudia Sierra, “El Diario de Yucatán”, 27/VI/08).

Con amor a Dios

Durante la misa en honor de San Josemaría celebrada anoche, el padre Juan Francisco Torres, mencionó que el Opus Dei es una parte de la Iglesia, pero la Iglesia necesita que se encienda en cada persona el deseo de amar a Jesucristo y con ello iluminar a los demás. Por su parte, el Obispo Isidro Guerrero Ma­cías invitó a los profesionistas a santificar su trabajo con el amor a Dios.“Aquí estamos para agrade­cer lo que ha hecho Dios con esta maravillosa obra que es el Opus Dei”, expresó (Fuente: Carlos Lima , “La Crónica”, Mexicali, B.C., 27/VII/08).

Trabajo transformador y santificado

"San Josemaría echó las redes en todo el mundo basado en la confianza, en la seguridad, en la certeza que le había dado el escuchar la palabra del Señor", afirmó el Cardenal Francisco Robles Ortega en la misa celebrada en Monterrey.

"San Josemaría nos recuerda el llamado que Dios nos hace al trabajo transformador y santificado", indicó el Cardenal. Como ejemplo, el prelado señaló la labor que realizan fieles del Opus Dei en causas de carácter social, como ayudar a comunidades marginadas o dar educación a quienes no tienen acceso a ella (Fuente: Jessica Meza, “El Norte”, Monterrey, N.L., 28/VI/08).

Damos gracias al Cielo

"En esta fiesta de San Josemaría Escrivá de Balaguer queremos unidos pedirle al Señor por su intercesión, que derrame abundantes gracias sobre todos nosotros, que nos conceda este anhelo de santidad y que podamos descubrir en nuestra vida diaria, en nuestras ocupaciones ordinarias, un camino para llegar a esa meta", Mons. Benjamín Jiménez Hernández, Obispo de Culiacán, en la misa celebrada en esa ciudad.

“Damos gracias al Cielo por el regalo y obra de san Josemaría, que tuvo la intuición y la gracia de hacer suya la vida de Dios... santificarse él y despertar a las personas a su alrededor para santificarse en el trabajo cotidiano... le pedimos que interceda por nosotros para que seamos verdaderos seguidores de Cristo y apóstoles como él”. Mons. Mario de Gasperín, Obispo de Querétaro, en su homilía durante la misa festiva de san Josemaría.