Fallece Martha Orozco: reconocida pintora mexicana

El pasado día 17 Martha Orozco, reconocida pintora mexicana, marchó a la casa del Padre, se le recordará siempre por ser generosa madre y abuela, y por hacer numerosas obras de arte sobre san Josemaría y el beato Álvaro del Portillo.

Martha Orozco Escudero nació el 7 de julio de 1930. Desde pequeña vivió rodeada del arte. Su padre Fernando Orozco, quien fuera un reconocido doctor en Química, y su madre Esperanza Escudero a quien le gustaba cantar ópera, fomentaron en sus hijos el amor por el arte y la belleza.

Desde muy pequeña inició sus estudios de pintura con la señorita Matilde Orellana, y más tarde tomó clases de óleo, pastel y acuarela con el maestro español José Bardasano, quien descubrió en ella un verdadero talento, especialmente para el arte del retrato.

Se casó con José J. Salazar y tuvo siete hijos: José Arturo, Martha, Norma, Ana Laura, Mónica, Patricia y Lidia. A los pocos años de casada descubrió su vocación en el Opus Dei y allí aprendió a darle una razón plenaa su viday a santificarse a través de su trabajo profesional y a ofrecer a Dios todo lo que ella era: esposa, madre y pintora.

Cuando su esposo José enfermó gravemente, siendo los niños todavía muy pequeños, logró sacar adelanteeconómicamente a su familia a través de la pintura. En esas dificultades encontró a Jesucristo, un camino de lucha, de alegría, de un trabajo bien hecho a los ojos de Dios y esto la ayudó a crecer espiritual y profesionalmente.

Entró a formar parte de prestigiosas sociedades como “La Mujer en la Plástica”, “La Sociedad Mexicana de Acuarelistas”, “The American Society of Portrait Artists”, entre otras. Participó en innumerables exposiciones en México y en el extranjero, también obtuvo importantes premios nacionales e internacionales.

A lo largo de su carrera retrató a niños, familias y grandes personalidades, siempre buscando plasmar la belleza de cada retrato. Una de sus obras más reconocidas es el retrato de san Juan Pablo II, obra encargada por la Nunciatura del Vaticano en México. Sobre ese retrato dijo “para mí su Santidad seguía siendo lo que en su interior vivía: alegría, amor, esperanza y la eterna juventud de corazón que le daba la presencia constante de Dios en su alma”.

Después de que san Josemaría Escrivá de Balaguerfue canonizado, recibió múltiples encargos para hacer retratos del fundador del Opus Dei, que ahora forman parte de algunos oratorios en centros de la Obra. Además, hay pinturas de él también en la Catedral Metropolitana de Puebla de los Ángeles, en la Iglesia de san Josemaría Escrivá en la Ciudad de México,en la Basílica del Roble en la Ciudad de Monterrey, y en otros templos e iglesias públicas de distintos lugares de la República.

A petición del entonces Prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, pintó un retablo para el Centro Internazionale Rocca Romana, donde plasmó a la Santísima Virgen María y a san Josemaría adorando a Jesús Sacramentado a los pies del altar de la casa de Diego de León en Madrid.

Martha pintó durante toda su vida, dedicada mayormente al retrato, para el que estaba especialmente dotada. A pesar de que en su vejez enfermó de parkinson, nunca abandonó el arte,: su último retrato lo hizo a pocos meses de su muerte.

Murió en su casa acompañada de todos sus hijos, el 17 de octubre de 2019, habiendo recibido la Unción de los enfermos. Todos sus hijos, nietos y bisnietos la recordarán como siempre la llamaron: “Lita”.