Entrevista dentro del Programa "El Pulso del Papa"

En días pasados, dentro del programa dominical "El Pulso del Papa" que se transmite en televisión abierta, el Lic. Roberto O´Farrill entrevistó al Vicario Regional de la Prelatura del Opus Dei en México. Resumimos, en dos entregas, la entrevista

Entrevista dentro del programa de TV

No es común ver un santo en televisión, en una video grabación. - Creo que, además, es una señal de esta apertura que la Iglesia tiene a toda la tecnología moderna para ponerla al servicio de la verdad. Me parece que el hecho de que pueda darse a conocer la vida de un hombre del siglo XX que acaba de ser canonizado muy recientemente por el Papa, es un modo de acercar a la gente a la Iglesia de Dios. ¿Usted lo conocía personalmente? - Sí, yo tuve el privilegio. Ahora, con esta perspectiva de haber sido canonizado por el Papa, indudablemente se valora mucho más esa oportunidad que tuve de haberle conocido.

Él vino a México una sola vez, en el año setenta; estuvo alrededor de cuarenta días y fue el tiempo que pude tratarlo muy de cerca. Quisiera resumir –muy brevemente– la impresión que tengo de él, la que me produjo aquella estancia suya en México. Diría que era un hombre profundamente humano, muy cercano a las personas, con una gran simpatía y dotes naturales. Llamaba la atención su inteligencia, su cariño, su fuerza de voluntad, su energía, su capacidad de comprender a los demás. Al mismo tiempo era un hombre profundamente sobrenatural, que vivía metido en Dios y que nos hablaba de Dios como nos hablaba de cualquier otro tema. Sabía perfectamente aprovechar cualquier tema humano, cualquier situación de la vida ordinaria, para conectarla con Dios, porque se veía que el estaba viviendo con Dios dentro de su alma. ¿Usted sintió santidad en él? - Desde el primer momento, en el momento que lo vi. La primera impresión que tuve fue como si lo hubiera conocido de toda la vida; noté una gran cercanía y al mismo tiempo un efecto de pensar en Dios al entrar en contacto con él. Y me imagino que por supuesto usted ha estado con su Santidad el Papa Juan Pablo II - Sí, también. ¿Y si compara las dos experiencias? - Bueno, el trato que he tenido con el Papa Juan Pablo II ha sido mucho menor. He tenido alguna ocasión de acercarme a él y de cruzar algunas palabras con él, pero no con la cercanía que tuve con san Josemaría. Sin embargo, entre la vida de uno y del otro hay muchos puntos en común, muchos puntos de coincidencia. Quizás sería este mismo aspecto al que me acabo de referir de san Josemaría, el que he descubierto desde el primer momento en Juan Pablo II: lo humano y lo sobrenatural perfectamente integrado. ¿Esa santidad que usted reconoció en san Josemaría Escrivá la percibe también en Juan Pablo II? - Indudablemente. Me parece que éso, junto con tantas cualidades que el Papa tiene y que desde el primer momento se dieron y afloraron. En el momento actual, después de estos años de Pontificado suyo, el elemento de su santidad personal, de su intimidad con Dios, de esa fuerza de llevar a Dios dentro de su alma es algo apabullante. No deja la menor duda de que estamos ante un hombre que está caminando hacia la santidad. ¿Qué es el Opus Dei? Empecemos por el tema Prelatura, ¿qué es una prelatura personal? - Una prelatura personal es una figura jurídica dentro de la Iglesia que fue creada en el Concilio Vaticano II porque se veía necesario encontrar alguna solución para encuadrar iniciativas de la Iglesia que pudieran servir para determinadas actividades pastorales. Se abrió esta figura que con la publicación del Código de Derecho Canónico quedó dentro de la legislación de la Iglesia.

Es una figura que forma parte de las circunscripciones de la Iglesia, como lo son las diócesis, que en este caso tienen un territorio propio. Hay otras circunscripciones, como las prelaturas personales y otras, que no tienen circunscripción territorial pero se encuadran dentro del mismo contexto de las otras circunscripciones de la Iglesia. Dependen por tanto de la Congregación de los Obispos del Vaticano. Están previstas para encauzar determinadas actividades pastorales. En el caso del Opus Dei -que es la primera prelatura personal que se ha erigido- su finalidad, su carisma propio, consiste en promover en las personas de todos los ambientes de la sociedad la búsqueda de la santidad. En otras palabras, diríamos que en la Iglesia hay órdenes religiosas como Carmelitas, Dominicos, Agustinos, Jesuitas; hay congregaciones; hay movimientos como Testimonio y Liberación, como los Focolares hay sociedades de vida consagrada y hay prelaturas personales. Hasta ahora sólo se ha erigido o constituido una prelatura personal que es el Opus Dei y que depende directamente del dicasterio de los Obispos en Roma. - Exactamente. Y ustedes, sacerdotes del Opus Dei, numerarios, agregados, supernumerarios, ¿a quién le reportan directamente? - En el Opus Dei existe un Prelado al frente de la Obra, de toda la Prelatura, que está en Roma. En este momento es Mons. Javier Echevarría, de quien depende el Opus Dei. Él trabaja desde Roma con un Consejo y desde ahí dirige el trabajo del Opus Dei en los diversos países del mundo. En cada país hay su correspondiente organización de gobierno, de dirección, de formación, que depende directamente del organismo presidido por el Prelado en Roma. Él reporta a la Congregación para los Obispos, por lo tanto al Papa a través de ese organismo. Sí; ¿Tiene entonces una “línea directa” como la tiene cada Obispo de cada diócesis del mundo, directo con su Santidad? - Exactamente. ¿Y cuantos prelados ha tenido el Opus Dei? - Solamente el actual y Don Álvaro Del Portillo, que fue el sucesor de san Josemaría Escrivá. San Josemaría no fue prelado porque no existía la Prelatura todavía. La Prelatura se erige en vida de Don Álvaro del Portillo. Por éso, él fue el primer prelado y ahora estamos en la etapa del segundo prelado. ¿Así que San José María muere y después se erige la Prelatura? - Sí. Él, desde muchos años antes, había previsto una solución para el Opus Dei dentro de la Iglesia que no existía originalmente y que coincide plenamente con lo que es la prelatura personal. No tuvo la dicha o la satisfacción de haberla visto realizada.

Él vino a México en el año 70 con una finalidad muy precisa: visitar la Basílica de Guadalupe para pedirle a la Virgen, a través de una novena que hizo durante esos días, que se resolviera el estatuto jurídico del Opus Dei, porque no existía en la legislación de la Iglesia esta forma. Dios, a través de la Virgen, escuchó su oración y finalmente se concluyó ese camino, que gracias a Dios ya está culminado. ¿La Virgen de Guadalupe le hizo el “favorcito”? - Sí, le hizo el “favorcito” porque era muy llamativa la devoción que tenía a la Virgen de Guadalupe. De ahí que se resolviera la figura jurídica del Opus Dei y entonces se constituyera como Prelatura Personal.

Así que el Fundador: san Josemaría Escrivá de Balaguer; el sucesor y primer Prelado: Mons. Álvaro del Portillo, y el actual Prelado y segundo sucesor de san Josemaría, Javier Echevarría. - Exacto. Tengo muchas preguntas, Monseñor. ¿Por qué se dice que el Opus Dei es elitista?, ¿por qué se dice que ustedes son muy ricos?, ¿por qué se dice que son como muy secretos, que tienen muchos secretos en su historia?

También debo preguntar sobre los numerarios, los agregados, los supernumerarios, sobre el número de vocaciones, porque parece ser que el Opus Dei es el organismo de la Iglesia que más sacerdotes ha dado en el siglo XX.

Fin de la primera parte.

Lic. Roberto O´Farrill

Mons. Francisco Ugarte

México, D. F., TV Canal 40