El primer oratorio del Opus Dei en México. Historia de la primera misa.

Menos de dos meses después de la llegada de los pioneros del Opus Dei en México, se instaló el primer Sagrario del Opus Dei en América en el Centro de Londres 33. La correspondencia de esos días nos deja ver la ilusión y el trabajo que supuso conseguirlo.

Oratorio de Centro de Asturias que conserva los elementos originales del oratorio de Londres 33.

El martes 18 de enero de 1949 llegó a México el padre Pedro Casciaro con la responsabilidad de comenzar el trabajo apostólico del Opus Dei en este país. Ya el año anterior, san Josemaría lo había enviado a recorrer varios países de América y ver, de primera mano, dónde se podría comenzar la labor en este continente. Finalmente, se decidió por México.

Londres 33, 4°, Col Juárez. Primer Centro del Opus Dei en México (La fotografía es de una época posterior)

Desde los primeros momentos, Don Pedro se preocupó por contar con una casa desde la cual se pudieran impulsar las tareas formativas. A los pocos días se instaló el primer Centro en el número 33 de la calle Londres, departamento 4°. El siguiente objetivo fue instalar un oratorio donde pudiera quedar reservado el Santísimo Sacramento, para lo cual se destinó una de las tres habitaciones con las que contaba el inmueble y se dio a la tarea de acondicionarlo. Casciaro conocía bien el impulso que supondría para el apostolado la presencia de Nuestro Señor en el Centro.

A Don Pedro le tocó ser testigo de la instalación del primer oratorio del Opus Dei en España y aprendió de san Josemaría la importancia de cuidar los detalles y poner cariño en las cosas del Señor, especialmente en todo lo se refiere al cuidado de la Eucaristía.

En una carta a Odón Moles —Secretario General del Opus Dei, que vivía en Madrid—, el 1° de febrero, le decía: "Tenemos el frontal y los laterales de la mesa del altar, del siglo XVIII, tallado en Cedro, que es una maravilla y un pequeño retablo en forma de relicario con la Virgen de Guadalupe, también antiguo. Nos han regalado un cáliz muy hermoso". No obstante que el 2 de febrero, don Pedro bendijo el primer Centro de la Obra en México, le faltaba aún lo más importante: el Santísimo.

El 5 de febrero contaba por carta a san Josemaría que todo estaba resuelto con el Sr. Arzobispo Luis María Martínez, para que se pudiera reservar el Santísimo el 24 de febrero.

El 14 de febrero volvió a escribir a Odón Moles: "Mañana instalaremos en el oratorio una araña muy preciosa, que nos parece magnífica. Tenemos el lavabo, bandeja, etc., y demás detalles del oratorio, de plata, aunque muy sencillos. Un monseñor [Mons. Vallejo Macouzet, párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús] nos regaló también un alba, para que podamos lavar la que trajimos y mañana pensamos ir, con coche, a casa de unos señores, para ver lo que cargamos para el oratorio. De todas maneras tengo que reconocer que a veces paso un poco de vergüenza y que la audacia cuesta bastante".

El 21 de febrero escribió a san Josemaría con nuevas noticias sobre la instalación del oratorio: "Para el día 24, no hemos podido conseguir que nos tuvieran terminados los asientos del oratorio, los reclinatorios y los candeleros, y era una pena hacerlo de cualquier manera. Pensamos que esto será a primeros de marzo. Todo lo más tardar para el día 7. Todo lo demás del oratorio, o está totalmente terminado, o nos lo están terminando precisamente en estos días. Me parece que el Señor estará contento porque, dentro de las actuales posibilidades, todo va a quedar muy digno y hemos puesto mucho Amor".

El 4 de marzo escribió nuevamente a Odón Moles: "Tenemos ya definitivamente fijada la fecha en que vendrá el Sr. Arzobispo a dejarnos al Señor: el próximo día 9".

Por fin llegó el día esperado. En el diario del Centro se registra que, el miércoles 9 de marzo, el Sr. Arzobispo, muy puntual, a las 8:30 am, celebró la Misa de Santa Juana Francisca de Chantal en el oratorio de Londres 33, acompañado de un seminarista. Se marchó nada más terminar. Asistieron los fieles de la Obra que habían llegado a México y otros dos jóvenes: Alfonso Lascurain e Íñigo Laviada Arrigunaga.

Ese mismo día don Pedro escribía gozoso a san Josemaría: "Desde esta mañana tenemos a Nuestro Señor en casa: Y ahora sí que nos encontramos a gusto y con una confianza absoluta. Nos celebró el Sr. Arzobispo la Misa y vinieron algunos chicos, pocos porque la hora coincidía con las de las clases en la universidad… El Sr. Arzobispo estuvo muy contento y ofreció la Misa por nuestra labor. Creo que ha quedado muy bien impresionado de que todo esté muy digno, muy limpio y puesto con todo cariño".

El jueves 10 de marzo don Pedro celebró la segunda Misa en ese oratorio, a la que asistieron tres matrimonios: los Caso, los Santibáñez y los La Serna. Dos días después, el sábado 12 de febrero, escribió a don José Luis Múzquiz, quien había comenzado recientemente la labor de la Obra en Chicago: "El pasado miércoles día 9, vino el Sr. Arzobispo a celebrar a Casa y nos dejó al Señor: ya comprenderás la alegría que tenemos desde ese día. Hemos notado mucho su presencia (…) Ayer tarde había en casa diez u once amigos. Todos chicos jóvenes muy majos. Esta semana próxima empezamos los círculos".

Primer Sagrario del Opus Dei en México.

Al retablo del oratorio de la casa de Londres, se añadieron posteriormente cuatro pequeños medallones alusivos a las apariciones de la Virgen de Guadalupe y se conserva prácticamente igual, exceptuando el Sagrario, en la antigua sede de la Comisión Regional en México. El Sagrario de Londres 33 actualmente se encuentra en el oratorio del Centro El Peñón, en Montefalco.

En este mes de marzo de 2024, a los 75 años de los sucesos que acabamos de recordar, damos gracias a Dios por su Presencia eucarística en muchas decenas de oratorios del Opus Dei, distribuidos en toda la geografía mexicana y acudimos a Nuestra Señora de Guadalupe que presidió el retablo del primer oratorio de la Obra en nuestro país.