Ecos en la prensa mexicana con motivo de la llegada de san Josemaría a México

La llegada de Mons. Escrivá de Balaguer a tierras mexicanas no pasó desapercibida para la prensa mexicana. A su llegada al país, le hicieron una breve entrevista que fue reseñada en los principales diarios. Los medios contribuyeron a difundir la noticia de su arribo a América por todo el continente.

A las tres de la mañana del viernes 15 de mayo, el vuelo 541 de Aeronaves de México procedente de Madrid tocaba tierra mexicana en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con seis horas de retraso. En ese vuelo llegaba Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, acompañado de Álvaro del Portillo y Javier Echevarría, sacerdotes.

Don Pedro Casciaro, entonces consiliario del Opus Dei de México, nos cuenta esos primeros momentos: «a Alberto Pacheco y a mí nos permitieron llegar hasta la escalerilla del avión. [...] Nada más descender [...] nos abrazó con cariño a Alberto y a mí. Lo primero que le oí fue: vengo para rato…, unos momentos después comentó: me parece un sueño estar en México»[1]. Desde esos primeros momentos, al pie de la escalerilla del avión dijo a Don Pedro: «he venido a ver a la Virgen de Guadalupe y de paso a veros a vosotros»[2]. Añadió también: «he tardado veintiún años en venir a estas tierras»[3], haciendo referencia al comienzo de la labor del Opus Dei en México en 1949.

Los trámites migratorios se llevaron a cabo con agilidad; Casciaro había tomado la precaución de informar a las autoridades mexicanas, eran tiempos en que no había relaciones Iglesia-Estado ni tampoco relaciones diplomáticas México-España. El primero de mayo, Pedro Casciaro escribió una carta al Presidente de la República, Lic. Gustavo Díaz Ordaz, solicitando los permisos de entrada para «el Fundador y Presidente General del Opus Dei» y sus dos acompañantes, indicando en ella que «el único motivo de su viaje es su reiterado deseo de pisar tierra mexicana y su devoción a la Virgen de Guadalupe, cuya imagen desearía venerar en este mes de mayo; al mismo tiempo que conocer a sus hijos mexicanos, evitando todo ruido superfluo [...]»[4].

«he tardado veintiún años en venir a estas tierras»[

El día seis, en una breve conversación con don Pedro, el Presidente de la República «comentó, incluso bromeando: Yo le aseguro que las autoridades tendrán el mayor respeto y consideración para Monseñor Escrivá de Balaguer, pero no puedo comprometerme a que la prensa diga alguna majadería: ya sabe usted lo que ocurre con nuestra prensa»[5], las atenciones por parte de las autoridades se cumplieron, las previsiones sobre la prensa, sobraron.

Mientras el avión cruzaba el Atlántico y dejaba atrás España, la noticia del viaje de San Josemaría a América comenzó a propagarse, las emisoras mexicanas, difundían la noticia: “Monseñor Escrivá de Balaguer, rumbo a México”.El 15 de mayo El Heraldo de México publicó: «Madrid (EFE).—El presidente general del Opus Dei, monseñor José María Escriva de Balaguer (sic), salió de Madrid, por vía aérea, con dirección a México». El Sol de México también recogió la noticia en la página 11 de su publicación: «Viene a México el Presidente del Opus Dei. [...] Monseñor Escriva (sic) de Balaguer, a quien acompaña el secretario general de la obra, llegó a Madrid procedente de Roma y, tras una breve escala en el aeropuerto madrileño de Barajas, continuó su viaje hacia México».

Recorte de El Heraldo de México, México,D.F. 15 de mayo de 1970, p.12

Gracias a la prensa, muchos miembros de la Obra se enteraron de la noticia. El arribo de Josemaría Escrivá a la capital mexicana no era desconocido para la prensa. El encabezado de la nota publicada el 15 de mayo en Excelsior es significativo: «El Director General del Opus Dei era Esperado Aquí Esta Madrugada».

Recorte de Excelsior, México,D.F. 15 de mayo de 1970, p.2

Don Pedro Casciaro cuenta el momento en el que un reportero se acercó al Padre con la intención de entrevistarlo en el aeropuerto. Se trató de un encuentro rápido, Josemaría Escrivá venía cansado del vuelo y la visita a México tenía objetivos muy claros y alejados de lo que podría considerarse noticioso: «no obstante que eran las tres de la madrugada, como las emisoras habían estado transmitiendo la noticia de la llegada del Padre a México —algún periodista le identificó en el aeropuerto de Barajas de Madrid y transmitió la noticia: "Monseñor Escrivá de Balaguer rumbo a México"— un reportero del diario Novedades, mientras pasábamos de prisa por las oficinas de inmigración, se acercó al Padre y le pregunto directamente: ¿Puede Usted decirme, Monseñor, a qué viene a México?. El Padre lo miró sonriente y le contestó con esta pregunta: ¿Es Usted mexicano?. -, contestó el reportero desconcertado. Entonces, ¿cómo me pregunta a qué vengo a México?: Vengo a rezar a la Virgen de Guadalupe …, aprovecharé también para conocer a muchas hijas e hijos míos que tengo, socios del Opus Dei en este país maravilloso»[6]; también comentó que vería a algunos amigos eclesiásticos. Al ver que aquellas declaraciones no darían para una nota, todavía hizo un par de preguntas más incisivas acerca de las actividades del Opus Dei y los ataques de los que era objeto ya que podrían tener más interés periodístico.

Juan de Dios Garza, reportero de Novedades recogió las primeras impresiones causadas en un artículo publicado en la edición del 16 de mayo: «Llegó el Fundador del Opus Dei, Monseñor Escrivá de Balaguer. [...] Muy afable, pero sin querer hacer mayores declaraciones a la prensa, el dignatario eclesiástico indicó que el objeto de su viaje a México es descansar unos días y saludar a muchos amigos, entre quienes se encuentran los cardenales José Garibi Rivera y Miguel Darío Miranda».

Vengo a rezar a la Virgen de Guadalupe …, aprovecharé también para conocer a muchas hijas e hijos míos que tengo, socios del Opus Dei en este país maravilloso

Ese mismo día, El Sol de México recogió la misma entrevista en la que podemos leer las rápidas respuestas de San Josemaría a los “hechos periodísticos” mencionados: «El Opus Dei es exclusivamente un organismo espiritual y religioso, que siempre trabaja en favor de la Iglesia Católica y que quienes lo atacan son enemigos de la Iglesia».

¡Llegó el Padre a México!..., en muy pocas horas desde su arribo, la noticia se fue corriendo en México y en algunos países de América, donde tenía presencia la Obra. Algunos lo leyeron o escucharon en los medios de comunicación… otros, lo habían visto y lo comentaban a otros: el boca a boca fue el mejor difusor de la noticia y pronto comenzaron a llegar telegramas y cartas desde Canadá a Chile, de Buenos Aires a San Francisco, del Paraná al San Lorenzo… Todos manifestaban alegría por la presencia física del Fundador en América y expresaban que estarían rezando por esa intención.

Como bien había explicado Pedro Casciaro al Presidente de México, el viaje del Padre tenía como objetivo rezar a la Virgen morena del Tepeyac y estar con sus hijos del Opus Dei, ese fue el motivo por el que no concedió más entrevistas a la prensa durante el resto de su estancia.


[1] Testimonio de Pedro Casciaro, 9 de enero de 1979.

[2] MURILLO, Margarita, Una nueva partitura, Ed. Minos Tercer Milenio, 2009, México D. F. p. 212

[3] Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer a los pies de la Virgen de Guadalupe, Revista SEDS, Editora de Revistas, 1976, México, D.F. p. 2.

[4] Pedro Casciaro, Carta 1 de mayo de 1970, en AGP serie A.2, 59-1-1.

[5] Testimonio de Pedro Casciaro, 9 de enero de 1979

[6] Ibid.t