De la Ciudad de México al Municipio de Tlapa, Gro.

La experiencia que han tenido cerca de cincuenta jóvenes universitarios españoles y mexicanos este verano es, sin duda, un claro ejemplo de cómo se puede influir positivamente en el desarrollo de las zonas más marginadas del país.

Si bien el verano es aprovechado por muchos de los capitalinos para ir a vacacionar a los grandes centros turísticos del país, hay unos cuantos que invierten su tiempo en emprender acciones de alto impacto social en varias de las zonas más marginadas del país. La experiencia que han tenido cerca de cincuenta jóvenes universitarios este verano es, sin duda, un claro ejemplo de cómo se puede influir positivamente en el desarrollo del país.

El día 11 de julio estos universitarios, entre mexicanos y españoles, llegaron a la Clínica MAS (Medicina y Asistencia Social) ubicada en uno de los municipios más pobres del país, Tlapa de Comonfort, Guerrero, con objeto de colaborar durante tres semanas en distintas iniciativas de carácter asistencial. Sin embargo, la actividad no comenzó ese día; desde hacia varios meses los jóvenes organizadores se habían preocupado por preparar y conseguir lo necesario para su labor. Miguel Iturbide, director de logística, comentó: “nos tocó la preparación de lo que parecía un gran proyecto, desde pensar en cómo iban a llegar los materiales necesarios para la labor, hasta comprar y llevar los catres en los que íbamos a dormir. Nos reuníamos cada semana, todos colaboraban con entusiasmo y, al final, creo que todo salió muy bien. Estamos muy contentos”.

Leonel Arias, uno de los asistentes, explicó las actividades que se llevaron a cabo diariamente: “nos dividíamos en cinco grupos y nos íbamos rotando las tareas diarias. Dos grupos trabajaban en La Angostura y dos más en San Isidro. En cada sitio uno de los grupos construía un salón para una escuela y el otro visitaba y ayudaba a las familias más necesitadas de la zona. Un quinto grupo colaboró como docentes en programas de estudios abiertos de educación media y media superior, así como con actividades recreativas para los reclusos del CERESO (Centro de Readaptación Social) de Tlapa, buscando hacerles pasar un rato agradable”.

La labor de los universitarios fue ardua pues no sólo consistió en visitar a la gente de Tlapa y procurarle artículos de la despensa básica, sino que también comprendió el trabajo de albañilería durante tres semanas para construir dos salones.

“Al final de cuentas tú mismo eres el que más gana- afirmó Oscar Ramírez haciendo una valoración de su estancia en Tlapa- la pobreza llega hasta el fondo del corazón y es una de las cosas que más remueven. Aquí te enseñan a valorar lo que tienes, sea poco o mucho, y que todas las culturas pueden convivir porque los hombres son iguales, lo que cambian son sus circunstancias”.

La actividad, promovida por varios fieles del Opus Dei y sus amigos, ha influido en la vida de varios de los asistentes y también en la de algunos de los habitantes de la zona visitada, quienes quedaron sumamente agradecidos con el trabajo de los muchachos.