Conectándome con Jesús

Uno de los proyectos que quería implementar el Centro Escolar Yaocalli para el pasado año escolar era impulsar a sus alumnas a hacer oración para que se acercaran más a Jesús. En este artículo una de las organizadoras nos cuenta cómo lo llevaron a cabo y sus resultados.

La idea era “dirigir” un poco las palabras, partiendo de ideas que sirvieran para empezar a platicar con Jesús, las cuales se pondrían en tarjetas al alcance de las alumnas de todo el colegio.

Lo dejamos por un tiempo, como un proyecto en el aire, pero empezó a tomar forma a medida que lo comentábamos en las juntas de nuestro departamento de formación. Entre bromas, alguna vez llegamos a decir que haríamos un “caminito” (haciendo alusión a Camino). La tarea más complicada fue la redacción, en un principio eran tarjetas con ideas expresadas en demasiadas palabras.

Teníamos que acortar los pensamientos de tal forma, que solo representaran una idea, suficiente para que las alumnas pudieran sacar algún propósito concreto, práctico y posible. El segundo obstáculo fue la redacción, era imprescindible que tuvieran un lenguaje accesible para niñas de tan diferentes edades, incluso que fuera útil para el personal docente y administrativo del colegio.

Todas las que formamos parte del departamento de formación, contribuimos con oraciones y las clasificamos en categorías por virtudes. Las virtudes que elegimos son: respeto, fortaleza, generosidad, lealtad, amistad y piedad.

Después de algún tiempo de redacción y edición concretamos el proyecto como parte de la campaña para vivir la Cuaresma, así nació: “Conectándome con Jesús”. Una campaña en la que las alumnas se conectarían en oración con Jesús a partir de las tarjetas que habíamos elaborado.

la contraseña era “tequieromucho”

Consistía en dejar las tarjetas en el ante oratorio, para que las alumnas pudieran tomar una y entraran a platicar con Jesús sobre lo que decía la tarjeta o sobre algo más. Al terminar su rato de oración las alumnas tomaban una ficha y la depositaban en una urna que representaba la señal de WiFi, la cual iba creciendo y fortaleciéndose a medida que las fichas aumentaban.

El día del lanzamiento, el P. Felipe Álvarez, capellán del colegio, dio la señal de salida durante la Misa, explicando a las alumnas y maestras que a partir de ese momento teníamos señal de WiFi en el oratorio y que la contraseña era “tequieromucho” todo en minúsculas y sin espacios. Las caras de sorpresa no se hicieron esperar.

Lo mejor sucedería después. La respuesta de las alumnas fue inmediata, el oratorio estaba abarrotado por las mañanas y aún durante los recreos. Fue hermoso ver que las niñas más grandes llevaban a las pequeñas al oratorio y les enseñaban a rezar. Nuestra urna se estaba llenando en cosa de una semana, por lo que tuvimos que comprar más fichas y empezar a elaborar una urna más grande.

A mediados de marzo del 2020, México entró en un periodo de contingencia debido a la pandemia por Covid-19, la suspensión de clases hizo que nuestro colegio quedara vacío. Sin embargo, a la distancia hemos retomado el proyecto con un video de nuestro capellán donde nos invita a seguir conectados con Jesús. Cada semana enviamos a casa un boletín con una virtud por trabajar en familia, una meditación del Capellán sobre la misma virtud y algunas tarjetas del proyecto “Conectándome con Jesús” para hacer oración.