Cómo cuidar a los enfermos en la familia

"El primer hospital es el propio hogar", afirmó el Papa Francisco en la Audiencia que dedicó al cuidado de los enfermos en la familia. Dijo que a los hijos hay que enseñarles a ser solidarios con los miembros más débiles de la familia y evitar que se "anestesien” ante el sufrimiento de los demás.

Queridos hermanos y hermanas:

En la catequesis de hoy, sobre los temas de la familia, tratamos sobre la enfermedad, que es una experiencia común en la vida de las familias. En muchas partes del mundo, dónde el hospital es todavía un privilegio para unos pocos, la familia se considera desde siempre como el «hospital» más cercano, donde gracias a sus cuidados amorosos, se garantiza al enfermo la atención y ayuda necesarias.

La preocupación, la asistencia y la oración por los enfermos forman parte fundamental de la vida de la Iglesia y de todo cristiano

Los Evangelios nos narran muchos encuentros de Jesús con enfermos y su voluntad de sanarlos. Cristo lucha contra la enfermedad y cura al hombre de todos sus males. Ésta es también la misión que ha dado a su Iglesia: hacerse cargo de los enfermos, hasta sus últimas consecuencias, siguiendo su ejemplo. Por eso, la preocupación, la asistencia y la oración por los enfermos forman parte fundamental de la vida de la Iglesia y de todo cristiano.

En la familia es importante educar a los hijos desde pequeños para que sean sensibles y solidarios ante la enfermedad

En la familia es importante educar a los hijos desde pequeños para que sean sensibles y solidarios ante la enfermedad. Asimismo, la comunidad cristiana tiene que acompañar a las familias para que vivan la enfermedad desde una perspectiva de fe, de oración y de cercanía afectuosa.

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, República Dominicana, Argentina, México y otros países latinoamericanos. Pidamos al Señor para que con su gracia la enfermedad sea una ocasión de fortalecimiento de los vínculos familiares; y que las familias puedan vivir los momentos difíciles del dolor y del sufrimiento sostenidas por la cercanía y oración de la comunidad cristiana. Muchas gracias.

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