Una brizna de esperanza para desempleados de larga duración

La escuela deportiva Brafa lidera el programa SPES, una mano tendida a personas que están en paro, que sienten que se han quedado en la cuneta de la sociedad. Es un granito de arena, una brizna de esperanza para ofrecer un futuro mejor.

Diame salió de su Senegal natal en 2006 y llegó a Cataluña persiguiendo una vida mejor. Tiene treinta y siete años, es muy fuerte, simpático y le gusta mucho el fútbol. Ha trabajado muchos años como jardinero y como ayudante de cocina. Ahora es monitor en una casa de acogida y está buscando trabajo. Se quiere sacar el carnet de conducir, ya que su objetivo es ser transportista.

Dos veces por semana hace deporte en la Fundación Brafa. Es uno de los veinte participantes del programa SPES, que la Fundación comenzó en noviembre de 2020 con dos participantes (ahora ya han pasado unas treinta personas), con el fin de ayudar a desempleados a salir de su situación de precariedad.

“La idea es hacer ejercicio, mantenerse en forma -explica el coordinador del programa, Roger Pasola-, intentar que se liberen de los pensamientos más negativos, y que al mismo tiempo establezcan nuevas relaciones, de manera que vean que su problemática no es única. Comprobar que hay más personas que están en la misma situación, compartir un rato juntos y comentar experiencias: esto les ayuda a seguir luchando para salir adelante”.

Italiano y recepcionista de hotel, Ennio también participa desde los inicios del programa SPES. Debido a la pandemia se encuentra en situación laboral de ERTE (expediente de reducción temporal del empleo): “Me gusta la gente de aquí, me gusta compartir historias de vida, historias laborales, y también me ayuda a cuidar la salud -comenta-. El programa me aporta mucho porque hacer deporte es muy útil. También en el aspecto humano: me da mucha alegría compartir historias y momentos con gente de aquí y de fuera”.

Acuerdos con entidades que trabajan con personas vulnerables

SPES nació con una convicción: ofrecer a estas personas la posibilidad de beneficiarse del deporte, sin coste alguno. A partir de aquí, se añadió la tertulia posterior, inseparable del partido de fútbol, donde los participantes charlan con naturalidad en un ambiente acogedor. Y luego, las personas que lo impulsan establecieron vínculos con otras instituciones, para tejer una red de apoyo a los desempleados.

De este modo, en pocos meses se ha conectado con entidades que trabajan con personas vulnerables o en riesgo de exclusión social, como la Fundación Putxet, la ONG T'acompanyem, la Obra Mercedaria y Cáritas.

Por desgracia, la situación económica ha llevado a muchos padres de la escuela a participar en el programa. Brafa se encuentra en Nou Barris, el distrito más desfavorecido de Barcelona y con un índice de paro muy elevado. “Yo me enteré porque tengo un hijo en Brafa, en el Alevín B, nos dice Danny. Se anunció la actividad a través del grupo de WhatsApp de los padres, y, claro, me interesó. Pasamos una mañana muy agradable con los chicos, los martes y jueves, ¡y es como si nos conociéramos de toda la vida!”.

Algunos de los promotores del programa SPES

Los valores de Brafa

Rubén García, coordinador del programa SPES, explicó recientemente en una entrevista radiofónica las razones de esta iniciativa: “Nos despertó inquietud ver que hay parados de larga duración, que se sienten válidos para trabajar, pero que no encuentran trabajo. Pasan los meses y les vence la sensación de que la sociedad los tiene apartados, que los ignora. Como si se hubieran quedado en la cuneta de la sociedad. Ante este problema, nos preguntamos qué podíamos hacer nosotros para ayudar a esta gente. Y de aquí nació la idea. Al ser una fundación deportiva pensamos que, con todo lo bueno que ofrece el deporte, nosotros podíamos poner nuestro granito de arena para que esa gente se sintiera mejor”.

SPES es una palabra latina que significa “esperanza”. Esta iniciativa de Brafa no pretende acabar con la terrible crisis económica derivada de la crisis sanitaria, pero sí aportar este granito de arena, una brizna de esperanza, para buscar un futuro mejor a las personas en paro.

El programa se adapta perfectamente a los valores de la escuela deportiva Brafa: el respeto, el compañerismo, el esfuerzo, la generosidad, la alegría y la sinceridad. En Brafa entienden que la actividad deportiva debe ayudar a desarrollar tanto las cualidades físicas como las humanas de los deportistas. Por este motivo, procuran atender de forma individualizada a cada uno de los alumnos y participantes.

Juan Antonio Abad