Aquí en Rusia está mi hogar

En una entrevista para la radio, el padre Fernando Vera Zorrilla, sacerdote mexicano que impulsa la labor del Opus Dei en Rusia, habló, entre otras cosas, de la búsqueda de la unidad de los cristianos a través del diálogo , la comprensión y el amor.

P. Fernando Vera

Sam Gerrans (conductor): Hola y bienvenidos a Home From Home donde cada semana platico con un extranjero que ahora vive aquí, en Rusia, y esta semana estoy platicando con el Padre Fernando Vera Zorrilla. Bienvenido a Home From Home .

P. Fernando (PF): Muchas gracias.

P. Fernando Vera

SG: ¿De dónde es usted?, ¿de qué país?

PF: Nací en México, en la parte norte de México, en una hermosa ciudad llamada Monterrey.

(…)

SG: Es sacerdote…

PF: Soy sacerdote.

SG: ¿En la Iglesia católica?

PF: Sí, en la Iglesia católica.

SG: ¿Se preparó para eso desde la niñez?

PF: Bueno, fui a la escuela y estudié ingeniería en el Tecnológico de Monterrey, una gran universidad, y luego trabajé ocho años…

SG: ¿Como ingeniero?

PF: Como ingeniero.

SG: ¿En qué área?

PF: Soy ingeniero químico y trabajé en una metalúrgica que se llama Hylsa por algunos años. Y trabajé con mi papá, quien daba asesoría en estadísticas y procesos. Y luego dije “vamos a hacer otra cosa”.

SG: Pero no sólo "otra cosa", algo muy diferente. ¿Qué le atrajo a ser sacerdote?

PF: Otro sacerdote, mi director espiritual, me preguntó: “¿has pensado en ser sacerdote?” Yo le dije que sí. “¿Entonces por qué no te haces sacerdote?” Y dije, “sí, por qué no intentarlo”. Fui al seminario del Opus Dei, en Roma.

SG: ¿A qué edad?

PF: Cuando tenía 29 años.

(…)

SG: Ha tomado algunas decisiones bastante inusuales en su vida, quiero decir que dada su formación unirse al clero tal vez no sea tan inusual, pero hacer eso y terminar en Rusia... ¿vino directamente aquí?

PF: Fui ordenado en Roma en 2001, y después me fui a México. Trabajé en la Ciudad de México, la ciudad más grande del mundo, por tres años. Más tarde trabajé en Guadalajara –trabajaba como capellán en escuelas–, otra gran ciudad mexicana, la segunda más grande (ahí viven 7 millones de personas), por dos años. Y luego, el obispo de Moscú le pidió a mi obispo –mi obispo es el obispo del Opus Dei– que enviara a un sacerdote a Rusia . Entonces mi obispo me preguntó: “¿Quieres ir a Rusia?”.

SG: ¿Y usted dijo…?

PF: ¿Por qué no?

SG: ¿Qué pensaba que le esperaba?

PF: La verdad es que no lo pensé mucho cuando decidí venir porque dije que quería partir de inmediato. El sacerdote que me preguntó, en nombre del Prelado del Opus Dei, me dijo: “Bien, Fernando, lo tendrás que pensar, y me puedes decir en una semana o algo así”. Y yo dije “¿Por qué lo tengo que pensar?, estoy listo, emprendamos el camino, ¡vamos!”.

SG: Fantástico. Entonces su instinto dijo "sí".

PF: Sí.

SG: ¿Y qué le dijo su instinto cuando llegó aquí?

PF: Que había tomado la decisión correcta.

SG: ¿Cuáles fueron sus primeras impresiones?

PF: Bueno, cuando crucé la frontera –vine en tren desde Finlandia– recuerdo que en Vyborg, la primera vez que el tren se detuvo en tierra rusa, bajé, me hinqué, puse un poco de tierra en mi mano, la besé y pensé: “¡grandioso!, por fin en Rusia”.

SG: ¿Por qué el obispo católico en Moscú necesita ayuda?, ¿qué trabajo le dieron cuándo llegó aquí?

PF: Bueno, el obispo católico, Mons. Tadeusz Kondrusiewicz quería que el trabajo del Opus Dei iniciara aquí, y él le pidió a mi obispo, al Prelado del Opus Dei, que iniciara el trabajo.

SG: ¿Y cuál es ese trabajo?

PF: El trabajo del Opus Dei es decirle a todos que podemos encontrar a Dios en nuestro propio trabajo, en nuestra propia vida familiar, en nuestra propia vida ordinaria. Que Dios nos espera, que está cerca de nosotros, que nos está bendiciendo, que nos está perdonando continuamente, pero que nosotros tenemos que voltear a verlo.

SG: ¿Entonces está en una misión evangélica?

PF: Se podría decir eso, sí. Yo trato de encontrar a Dios en mi propio trabajo sacerdotal, y a través de ese trabajo ayudar a otras personas a encontrar a Dios en sus labores ordinarias.

SG: ¿Qué tan perceptivos o receptivos ve a los rusos al mensaje de la Iglesia católica romana?

PF: Por supuesto que Rusia es un país ortodoxo, y los católicos son católicos. Y es algo muy injusto que la Iglesia de Dios esté dividida porque el Señor fundó una Iglesia, pero hace mil años nosotros dijimos “tú no eres mi hermano; tú, ortodoxo, no eres mi hermano”. Y la gente ortodoxa dijo: “Tú, católico, no eres mi hermano”. Luego continuamos diciendo eso por mil años… El Señor fundó una Iglesia y nos dio un mandamiento: “ámense los unos a los otros”. No estamos cumpliendo ese mandamiento. No tenemos una Iglesia.

Primer ícono de San Josemaría

SG: ¿Ve este cisma como algo que nunca puede ser resuelto o lo ve como dos fracciones o dos formas de ver las cosas que pueden vivir lado a lado?

PF: Dos formas de ver las cosas que por supuesto pueden vivir lado a lado. Y estoy seguro de que como el origen de esta división es el pecado, y que como el amor siempre es más fuerte que el pecado, entonces al final vamos a tener unidad y nos vamos a reconocer como hermanos, aunque seamos diferentes, aunque tengamos diferentes colores, idiomas, todo diferente. No me siento tan diferente de los rusos siendo mexicano.

SG: ¿Qué le hace decir eso?

PF: Bueno, te puedo decir que cuando hablo y cuando veo a los ojos a otras personas, siento un eco, tienen lo mismo que yo tengo dentro de mí, creen en el mismo Dios, aunque sean ateos, creen en el mismo Dios en el que creo yo.

SG: Ésa es toda una afirmación, “creen en el mismo Dios aunque sean ateos”. ¿Qué le hace decir eso?

PF: Porque todos estamos buscando a Dios.

(…)

SG: Entonces, a pesar de que está en una misión de largo alcance, no es sencillamente traer las respuestas a los “paganos”, es que usted como cristiano está en un proceso de perfeccionar sus propias respuestas al estar aquí.

PF: Aquí en Rusia estoy encontrando las respuestas.

(…)

SG: ¿Siente que los fieles de la Iglesia ortodoxa tienen respuestas de la misma manera que usted?

PF: Todas la cosas grandes, hermosas y santas que tiene la Iglesia ortodoxa no son mías, y todas las cosas buenas que tiene la Iglesia Católica no son ortodoxas; esto es por la separación, pero nos pertenecen, es sólo que el pecado nos divide.

SG: Defina “pecado”.

PF: El pecado es lo que nos entristrece interiormente, lo que me ofende, lo que ofende a los demás, lo que ofende a la naturaleza, porque finalmente ofende a Dios. Destruye la armonía y va en contra del amor. Divide. Creo que la primera consecuencia del pecado es la división, y luego todo lo demás. Si lees el primer capítulo de la Biblia, quizá el segundo, en el Génesis, descubres que después del primer pecado las consecuencias fueron divisiones: entre hombre y mujer, animales, naturaleza y, por supuesto, con Dios; comenzamos a temerle a Dios.

SG: ¿Cómo se relacionan los rusos con su teología?

PF: Cuando hablo con otras personas sobre las cosas en las que yo creo, usualmente es a través de diálogo. Yo aprendo mucho de la gente ortodoxa, mucho.

SG: Específicamente, ¿qué cree que ha aprendido de la religión ortodoxa rusa?

PF: He aprendido a amar más a la Virgen María, he aprendido a rezar ante un ícono, he aprendido cómo regresar a Dios una y otra vez, a pesar de que peques una y otra vez.

SG: ¿Usted cree que los ortodoxos rusos van al cielo?

PF: Si son verdaderos creyentes, claro que sí.

SG: En ese caso, sólo hay una Iglesia. ¿Es a lo que va con esto?, ¿en realidad no hay división?

PF: No, sí hay división.

SG: ¿Hay?

PF: Hay una división; lo siento todos los días.

SG: Pero nace del pecado…

PF: Sí.

SG: Y el pecado es aquello que divide.

PF: Sí.

SG: ¿Usted está aquí para definir el pecado?, ¿para decir “hermanos este es el pecado que nos mantiene separados, vamos a ignorarlo para seguir con nuestras vidas”?, ¿o para decir “hermanos este es el pecado que nos mantiene separados, vamos a superarlo y cambiar nuestra vida para mejor”?, ¿cuál de éstas persigue?

PF: Tenemos que superar este pecado. Claro, podríamos decir que las iglesias están divididas por cuestiones políticas, y tal vez el inicio de todas estas cosas es política, el deseo por el poder, todas estas cosas, incluso los diferentes idiomas que hablamos son parte de ello. Pero lo más importante es que todos dijimos que como hablamos diferentes idiomas, como rezamos de maneras diferentes, entonces somos diferentes y no podemos estar juntos… y ese es un pecado. Yo quiero superar ese pecado en mí y ayudar a otros a superarlo, y al ver esa ayuda y pedir auxilio a otros, me ayudan a superar ese pecado.

Portada de 'Forja' en ruso

SG: Entonces no se trata de ir en una ofensiva para absorber la iglesia ortodoxa rusa por bajo los grandes auspicios de la Iglesia católica, sino más bien decir “ustedes son ortodoxos, nosotros somos católicos; rezamos diferente, tenemos tradiciones diferentes, pero todas estas son formas de la misma cosa”.

PF: Voy más lejos: debo decir que tenemos que estar unidos.

SG: ¿Esto es posible entre la Iglesia católica romana y la Iglesia ortodoxa rusa?

PF: Absolutamente.

SG: ¿Y ese es su objetivo?

PF: Bueno, es mi sueño.

(…)

SG: ¿Hay algo en este país que le ponga los nervios de punta?

PF: El metro. Cuando hay mucha gente en el metro el ruido me pone los nervios de punta. Vivo cerca de una calle muy grande – Sadovoye Koltso– entonces toda la noche escucho muchos carros.

SG: Debería comprar tapones para los oídos; yo los uso cuando viajo en metro.

PF: Sí.

SG: Sí, lo silencia como en un 60%.

PF: Sí, lo voy a probar.

SG: No es secreto que los sacerdotes católicos llevan vidas célibes.

PF: Sí, no es un secreto

SG: ¿Es difícil vivir en este país en el que hay tantas mujeres hermosas?

PF: Bueno, las mujeres más guapas del mundo son mexicanas.

SG: Así que vino para escapar de ellas…

PF: No, digamos que estoy acostumbrado a la belleza. Y por supuesto que el celibato es una vocación; es Dios quien te ayuda. No es que odies a las mujeres o algo así, sino que tienes una vocación especial que te dio el Señor, para servir a los demás sin tener una familia. Es una forma de decir que hay muchas maneras de amar a Dios y a las demás personas.

SG: Porque –damas y caballeros, este programa se transmite a todo el mundo– caminando por las calles de Moscú hay un alto número de mujeres extremadamente atractivas, y yo no tengo este tipo de disciplina, pero quisiera saber si usted tiene una estrategia para mantenerse puro.

PF: Bueno, claro que trato de no ver a las mujeres de mala manera, digámoslo así. Puedes ver a las mujeres de manera normal o de otra manera más… otra forma.

SG: Pienso que fue Al Ghazali quien dijo “puedes ver una vez, pero la segunda mirada es la que va en tu contra”.

PF: Estoy de acuerdo.

(…)

SG: ¿Y qué hay de su futuro aquí?, ¿cuáles son sus planes?, ¿cuánto tiempo cree que estará aquí?

PF: Bueno, me gustaría que me enterraran aquí. Habrá que ver si puedo lograrlo porque el clima no es mi clima, a veces hace un poco de frío. Y no hay lugar como tu patria; eso es muy cierto. Siempre he querido a México, pero ahora he aprendido a quererlo más y más y más. Y este cariño por México hace que quiera más a Rusia. Entonces este deseo de morir en Rusia, de vivir toda mi vida en Rusia, no va en contra de mi cariño por México. Pero sí me gustaría vivir siempre en Rusia.

SG: Entonces has encontrado un hogar aquí.

PF: En verdad he encontrado un hogar aquí.

SG: Padre Fernando Vera Zorrilla, sacerdote y teólogo, viajero y filósofo, muchas gracias por estar con nosotros hoy en Home From Home .

PF: Muchas gracias, Sam.