Ha llegado el Adviento. El tráfico aumenta en las ciudades y por todos lados se escuchan canciones navideñas. Los niños preparan festivales y los padres corren por las compras de último minuto. En ocasiones, puede ser difícil recordar que lo más importante es un Niño que nacerá en una pequeña cueva de Belén.

«El corazón del pesebre comienza a palpitar cuando, en Navidad, colocamos la imagen del Niño Jesús»[1]. La primera Navidad tuvo lugar en el seno de una familia. Hoy, el Niño Dios también quiere nacer en el hogar de cada familia cristiana; todos estamos llamados a sorprendernos ante la grandeza del misterio: «Dios se presenta así, en un niño, para ser recibido en nuestros brazos»[2].

Por eso, hemos preparado algunos recursos para ayudarte a vivir mejor estas semanas. El sábado previo a cada domingo de Adviento, subiremos a la página web un texto y algunas preguntas que te pueden servir para comentarlas en familia. También las subiremos con la opción de descarga, de forma que puedas enviarlas a quien desees.

«Dios ha sido un niño y en esta condición ha querido revelar la grandeza de su amor»[3]. La Iglesia necesita hoy familias valientes, dispuestas a recibir a la Sagrada Familia en sus hogares. El Adviento –tiempo de preparación– es camino hacia Belén. Te invitamos estas semanas a seguirlo, con la confianza de que encontrarás al Niño Dios esperándote con los brazos abiertos. 

[1] Francisco, Carta apostólica Admirabile signum, 01-XII-2019 

[2] ibid. 

[3] ibid.