Opus Dei

Mejorar la educación en África. Ese fue el sueño que unió a miles de personas en la canonización de San Josemaría, hace ahora diez años. El sueño continúa, y va dejando su huella en la vida real: más de 46 proyectos educativos en 17 países diferentes.

Entrevista en Avvenire con el Prelado del Opus Dei, mons. Javier Echevarría, diez años después de la canonización de San Josemaría: "Un testimonio actual de la llamada universal al apostolado".

La crisis económica afecta a miles de familias y la falta de recursos ha obligado a realizar ajustes en muchas casas. Las situaciones son duras pero no todo es negativo. Óscar nos cuenta cómo han afrontado este momento en casa.

Han pasado más de cuarenta y cinco años desde que nació Palmares, una escuela ubicada en el populoso barrio de Santa Teresita, cercano al antiguo centro de Guadalajara. En estos nueve lustros, la escuela ha atendido una población anual de casi un millar de personas: alumnas, padres de familia, profesoras, personal administrativo; chicas y familias completas del barrio y de otras poblaciones aledañas. de Secundaria y Preparatoria.

Alberto trabajó en colegios y en empresas relacionadas con los sindicatos. Ahora lo hace en una residencia para personas con discapacidad en período de envejecimiento y cuida de sus padres y su hermano David, que tiene Síndrome de Down.

Durante estos años, en los que se agudizan los problemas laborales, miles de personas se han descargado la "Novena del trabajo" a San Josemaría, y personas de los cinco continentes han escrito para contar cómo les ha ayudado.

Juan Carlos es uruguayo. En su trabajo como encuadernador de libros, un día le tocó trabajar con unos volúmenes escritos por San Josemaría.

Dios, que nos invita a trabajar para colaborar con él en la Creación, quiere también que descansemos. El reposo merecido es voluntad de Dios para cada uno de nosotros.

María es supernumeraria, está casada y tiene cinco hijos. Ana es numeraria auxiliar. Las dos están convencidas de que el trabajo en la casa es fundamental para la buena marcha de la sociedad y por eso defienden que tenga un reconocimiento social y económico: "el mundo seguiría adelante sin banqueros o futbolistas, pero no sin personas que cuiden a los demás".