La vida de José Ignacio es un milagro
La familia Ureta Wilson transformó su tristeza en alegría. Todo gracias a la intercesión del próximo beato, don Álvaro del Portillo.
La historia del "milagro chileno" que hará beato a un obispo español
Álvaro del Portillo será beatificado en septiembre. Habla la madre del niño José Ignacio Ureta, quien sanó "inexplicablemente" en 2003
El milagro de un niño feliz
Los Ureta Wilson cuentan en el número de abril de la revista Mundo Cristiano el antes, el durante, y el después de una curación extraordinaria atribuida a Mons. Álvaro del Portillo: el milagro aprobado por la Santa Sede que da pie a la inminente beatificación.
El milagro de don Álvaro: la recuperación de José Ignacio
La Santa Sede atribuye a la intercesión de don Álvaro la recuperación del niño José Ignacio Ureta Wilson tras un paro cardíaco de más de media hora, acaecido el 2 de agosto de 2003.
Curación del neonato José Ignacio Ureta Wilson
La Santa Sede ha reconocido como milagrosa la recuperación del niño José Ignacio Ureta Wilson tras un paro cardíaco de más de media hora, acaecido el 2 de agosto de 2003.
El milagro de don Álvaro: la recuperación de José Ignacio
La Santa Sede atribuye a la intercesión de don Álvaro la recuperación del niño José Ignacio Ureta Wilson tras un paro cardíaco de más de media hora, acaecido el 2 de agosto de 2003.
"Es un fiesta para toda la Iglesia"
Algunos comentarios suscitados por la noticia de la aprobación de un milagro atribuido al fundador del Opus Dei.
Aprobado un milagro atribuido al beato Josemaría
El Papa aprobó el 20 de diciembre un decreto que reconoce la curación milagrosa de un médico español aquejado de una grave enfermedad en las manos. En la misma sesión, se aprobaron, entre otros, milagros del Padre Pío y del beato Juan Diego.
El milagro que hizo santo al fundador del Opus Dei
El conocido escritor italiano Vittorio Messori publica en el Corriere della Sera (Milán) un artículo sobre la curación de Dr. Nevado.
Evangelio del viernes: creer para ver
Comentario al Evangelio del viernes de la 1.ª semana de Adviento. “Les tocó los ojos diciendo: — Que se haga en vosotros conforme a vuestra fe. Y se les abrieron los ojos”. A veces Dios quiere que le sigamos a oscuras. Es la hora de la confianza, del recogimiento, para escuchar con más atención a Cristo, que pasa a nuestro lado.