Opus Dei

Algunas virtudes que preparan para ser alma contemplativa en medio de lo ordinario.

En este octavo artículo nos detenemos en algunas actitudes y consejos que nos disponen mejor para ser semilla fértil en nuestro lugar en el mundo.

El testimonio de san Josemaría y de los santos sobre el amor al Papa y la confianza en Dios

En este séptimo artículo descubriremos algunas virtudes del trabajo que se esconden en una imagen que usó Jesús: la de aquella mujer que hace pan para muchas personas. El desafío es transformar nuestras tareas diarias en amor para quienes nos rodean.

Pararse a pensar, escoger el camino, pasar a la acción. Tres momentos esenciales que dan forma a la prudencia, la virtud necesaria para hacer el bien en el único lugar real: aquí y ahora.

Toda amistad genuina supone un esfuerzo tanto por entrar en la vida de los demás como por dejar que tengan espacio en nosotros; en este quinto artículo repasamos algunas virtudes que nos lo facilitan.

Nuestro anhelo de ser mejores se alimenta del clima en el que vivimos y, a la vez, fructifica en las relaciones con los demás.

En este tercer artículo nos adentramos en el corazón de las virtudes: qué son, cómo orientan nuestra afectividad y por qué nos hacen más libres.

La corrección fraterna es un fruto de la cercanía con la otra persona y supone mirarla con la amplitud con que lo hace Dios.

La amistad y la amabilidad son el terreno fértil de la corrección fraterna; Dios actúa en nuestras relaciones para sacar lo mejor de cada uno.