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“Basta poner amor en el trabajo que se hace”

Alessandro Romano hace anuncios de televisión. Trabaja en una agencia de publicidad en Milán (Italia). La espiritualidad del Opus Dei le ha ayudado a ser coherente con sus ideas cristianas en un ambiente profesional difícil. Testimonio tomado del folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’, editado por la Oficina de Información del Opus Dei.

“Me concentro en hacer bien y hasta el final cada actividad”

Casada y con tres hijos, Izabela Siekanska se lanzó a hacer el doctorado en Filosofía y, claro, las horas no le rendían. Tras conocer las enseñanzas de san Josemaría se propuso ordenar su vida y concentrarse en cada cosa sin pensar en lo siguiente. Ofrecemos el testimonio de esta filósofa y madre polaca, extraído del folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’.

“Empecé a leer el Evangelio”

“Un amigo me invitó a ir a una mañana de retiro espiritual. Nunca había asistido a algo así en toda mi vida... Empecé a leer el Evangelio y a hacer oración con Camino. Era un mundo totalmente distinto”. De esta manera tan sencilla, a Julius Ogallo, de Kenia, san Josemaría le condujo a Dios. Testimonio publicado en el folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’.

“Agradezco la dirección espiritual, alguien que me aconseje”

Paul Ybarra es bombero en Los Ángeles (EEUU). Tras conocer el Opus Dei, comenzó a hablar con un sacerdote que le orienta en su vida cristiana. Así, ha aprendido a compatibilizar su trato con Dios y su vida familiar, por ejemplo, rezando el rosario con sus hijos después de haber jugado con ellos. Nuevo testimonio de la serie recogida en el folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’.

“Me preparé, y ese año nos casamos por la Iglesia”

Irene de Santos fabrica tejido a mano y vende tortitas en el mercado de Aguascalientes (Guatemala). Gracias a una de sus 9 hijas, conoció el Opus Dei y recibió una formación católica que, entre otras cosas, le animó a recibir el sacramento del Matrimonio. Ahora, pertenece a la Obra. Testimonio recogido del folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’.

“San Josemaría me ayudó a tomar mi matrimonio en serio”

John Perrottet tiene 46 años y está casado con Anne. Tienen 12 hijos y viven en Sidney (Australia). Una familia tan grande, dice, da trabajo y es un reto que provoca apuros, pero resulta también muy gratificante. Su generosidad en la transmisión de la vida la aprendió en las enseñanzas de san Josemaría. Testimonio extraído del folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’.

“Me ha ayudado a estar unida a mi marido”

Joyce Waweru no es católica. Aun así lee los escritos de san Josemaría y asiste cada año a la Misa que se celebra en el día de su fiesta en Limuru (Kenia), donde vive. Aprendió a cocinar y coser en Kimlea, un centro para la educación de la mujer africana impulsado por el Opus Dei. Ofrecemos su testimonio recogido del folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’.

“Hablo con Dios por las calles de Madrid”

Cristina Rubio tiene 5 hijos. Además, trabaja en el campo de la promoción inmobiliaria en Madrid (España). Ella tiene la necesidad de conversar todos los días con Dios pero, como no le sobra el tiempo, a veces tiene que rezar en el coche mientras va al trabajo. Gracias a este encuentro diario, su vida laboral y familiar cobra otro color. Testimonio del folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’.

“San Josemaría da medios prácticos para encontrar a Dios”

Waldemar Dobrzyñski tuvo un divertido encuentro con el Opus Dei. No sabía que Dios le estaba empezando a mostrar una espiritualidad concreta en la que afanarse por la santidad. “En Josemaría Escrivá he encontrado los medios prácticos para llevar a cabo ese encuentro con Dios en la vida diaria”, dice. Incluimos su testimonio, tomado del folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’.

“San Josemaría me hizo ver que mi trabajo es servicio”

Poco convencido, Patrick Utomi acudió a unos ejercicios espirituales predicados por un sacerdote del Opus Dei en Lagos (Nigeria). “Lo que allí oí transfiguró totalmente mi existencia”. Este profesor de ciencias empresariales y consultor narra cómo se tomó su vida cristiana en serio. Extracto del folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’.