Vida de María (VI): Magisterio, Padres, santos, poetas
La visitación de María a su prima Isabel ha sido meditada por numerosos santos y artistas. Recogemos una selección de textos.
Año Sacerdotal: “Decir sí a Cristo”
Carlo de Marchi se ordenó sacerdote hace tres años. Su breve experiencia le ha permitido entender que la gente –en especial, los jóvenes– necesita de la oración y de la entrega de los sacerdotes (Vídeo 4’15’’).
Vida de María (V): La anunciación de Nuestra Señora
Quinta entrega sobre la vida de la Virgen en este año mariano que atraviesa el Opus Dei. Los textos de este mes contemplan la anunciación del Ángel a María: la puerta de Cristo al mundo.
Vida de María (V): Magisterio, Padres, santos, poetas
Fragmentos de textos en los que diveros autores han narrado un momento culmen en la historia de la humanidad: la encarnación del Hijo de Dios.
Vida de María (IV): Los desposorios con José
Cuando la vida de María y la de José se unen, el culmen de la historia está más próximo que nunca. La escena del matrimonio ocupa la cuarta entrega de la "Vida de la Virgen" en este año mariano en el Opus Dei.
Vida de María (IV): Magisterio, Padres, santos, poetas
El magisterio, los Padres de la Iglesia, los santos y también los poetas han considerado a lo largo de los siglos la escena del matrimonio de la Virgen con José. Esta es una selección de textos.
La Misa
El sacerdote existe para la Eucaristía. En el año sacerdotal, ofrecemos un breve vídeo en el que se reflexiona sobre la celebración de la Misa, como centro de la existencia cristiana.
Vida de María (III): Magisterio, Padres, santos, poetas
El Magisterio de la Iglesia, los santos, los Padres y otros escritores se han inspirado en la oferta que hizo de sí la Virgen para componer diversos textos. Esta es una selección.
El alma sacerdotal de los fieles
Continúa el Año Sacerdotal convocado por Benedicto XVI. En este vídeo abordamos el significado del “alma sacerdotal”, de la que gozamos todos los fieles bautizados (03’01’’).
Alma sacerdotal, Alma de Cristo
Cada mañana, al comenzar la jornada, podemos decir al Señor que queremos que el nuevo día sea también para él, le ofrecemos nuestra vida, nuestro corazón, nuestro trabajo... Esta oferta es posible porque cada cristiano tiene un alma sacerdotal.