Vivir la fe sin avergonzarse

"¿Eres católica?". Una amiga de Alanis le lanzó esta pregunta. Esta joven portorriqueña dijo que sí, pero se dio cuenta de que le daba mucha vergüenza admitirlo. Su amiga le invitó a recibir formación cristiana y así cambió de actitud: aprendió a hablar abiertamente con sus amigos de las razones por las cuáles ella quería vivir su fe.