Una escuela para los refugiados de las colinas de Phop Phra

Universitarios de Singapur viajaron a Tailandia para reconstruir una escuela que se encuentra en las colinas de Phop Phra. Allí, en medio de la selva, se refugia un grupo de birmanos de la etnia Karen, perseguidos en su país.

Luke dirige un juego de palabras en inglés.

Los montes Dawna separan Tailandia de Myanmar (o Birmania). Una de las pocas carreteras que los atraviesan lo hace por Mae Sot, un pequeño pueblo por el que pasamos y que supuso nuestro último contacto con la civilización. (Galería de fotos del campo de trabajo)

Nos dirigíamos a las colinas de Phop Phra, donde realizamos un campo de trabajo organizado por la East Asian Education Limited (Singapore). El objetivo era reconstruir la Saint Peter School, una escuela en ruinas, que acogería al centenar de hijos de familias birmanas que se refugian en esta selva.

Al grupo de universitarios que hemos dedicado a estos refugiados un tiempo de nuestras vacaciones nos inspiraban estas palabras de San Josemaría: “Los universitarios necesitan ser responsables, tener una sana inquietud por los problemas de los demás y un espíritu generoso que les lleve a enfrentarse con estos problemas, y a procurar encontrar la mejor solución”.

Por eso, pusimos en marcha nuestra aportación. Antes de partir, habíamos recogido mucho material docente –como libros, lápices o papel-, y buscado la ayuda monetaria de un buen numero de personas que, por cierto, contribuyeron generosamente. También aprendimos un poco de tailandés.

Los estudiantes de Singapur, levantando un muro.

Volamos de Singapore a Bangkok y desde allí nos desplazamos por carretera a Mae Sot. No podíamos imaginar lo que nos esperaba en las montañas.

PRIMER TRABAJO: NIVELAR EL SUELO

Kannan, uno de los participantes, escribió en su diario:

“El lugar era una pequeña aldea y la escuela, una ruina. Al bajarme de la furgoneta que nos trajo a Phop Phra por una pista de tierra me sentí nervioso al pensar en el compromiso que habíamos adquirido”.

“En medio de una Babel lingüística, los guías nos presentaron a los niños reunidos al borde de un arroyo que corría por la parte trasera de la escuela. Enseguida se nos unió el director (y único profesor) acompañado de su esposa e hijos.

A primera hora de la mañana, comenzamos a nivelar el suelo y pronto se nos unió espontáneamente un grupo de padres de los chicos".

Sean pasa un cubo de cemento a uno de los niños que colaboraron.

Shawn, otro chico de Singapur, añade de su mano:

“Qué pobres son, y sin embargo, qué generosos y alegres. Para nosotros, chicos de ciudad, el trabajo nos resultaba agotador, pero los chavales parecían poseer una energía inextinguible. Traían unos ladrillos o un pozal de cemento, sonreían y se esforzaban en repetir nuestros nombres. Luke, profesor de Física de Singapur y director del grupo comentaba: No hay modo de decirles que no a nada”.

Con el paso de los días, el edificio comenzó a adquirir su forma definitiva. Levantamos las paredes de ladrillo, fijamos techos, colocamos las puertas de las clases y pintamos. Estábamos agotados, pero felices. Sentíamos a los habitantes de la aldea como parte de nuestra familia. 

Shawn continúa su diario:

"Al despedirme de mis nuevos amigos y de los niños me sentí triste. Me siento ligado a ellos por lazo invisible que me dice que tengo que volver"-

Además de construir la iglesia, se organizaron muchos juegos para los niños del pueblo.

"Al echar una mirada a los días pasados en los montes de Tailandia, me doy cuenta que por vez primera he podido experimentar lo que es pobreza. Cada uno de los días--durmiendo en el suelo, bañándome con agua fría o construyendo una escuela con mis manos, fue para mí un nuevo sacrificio. ¡En el campo he aprendido a no ser materialista! He aprendido que la alegría no es el resultado de ser ricos o poseer mas cosas, sino que el fruto de ser humilde, de no estar apegado a cosas materiales y de vivir una relación intima con Dios."

En Saint Peter's, en las colinas de Phop Phra aprendimos no solo a construir una escuela sino además otras muchas otras cosas mucho más importantes.