Un verano en Nueva York

Un “verano divertido” para las chicas del Instituto Rosedale Achievement Center significa levantarse pronto, trabajar por las mañanas y recibir clases por la tarde; y volver a casa cansadas, contentas y con dinero en el bolsillo.

Ana imparte una clase en Rosedale.

El campo de trabajo estivo organizado por Rosedale proporciona a estas chicas una oportunidad de adquirir una serie de habilidades laborales y les ayuda a obtener un trabajo en el que puedan poner en práctica esos conocimientos. Esta es una de las actividades de Rosedale Achievement Center, situado en el South Bronx, que además ofrece programas de asesoramiento para el desarrollo y la mejora del carácter. El centro, inspirado en las enseñanzas del beato Josemaría, se abrió hace 20 años, con el objetivo de ayudar a jóvenes de Nueva York con la carrera académica, su desarrollo personal y en su formación cristiana.

En el Campo de Trabajo, las jóvenes reciben clases de documentación, mecanografía, informática, atención telefónica, redacción de informes, ética empresarial y planificación profesional. Después, en las prácticas laborales, tienen la oportunidad de aplicar lo aprendido y también de ganar algún dinero. Desde el verano de 2000, cuando se inició el programa de colocación profesional, 40 alumnas de Rosedale lograron un trabajo de media jornada en diversas compañías de Nueva York.

El programa de verano de 2002

Melissa, alumna en el Aquinas High School del Bronx, participó este año en el programa de verano y tuvo ocasión de trabajar como secretaria en Success Image, una empresa de orientación profesional. “Ese trabajo requería una persona que fuera agradable, paciente, constante y voluntariosa –comenta Melissa-. Mi tarea consistió en organizar archivos y expedientes e introducir la información de los clientes en la base de datos de la compañía. Fui capaz de resolver en gran medida casi todos los encargos”.

Melissa, Emily, Raquel y la profesora Roxana, preparando la presentación de PowerPoint.

La Starr, alumna en el colegio público Wings del Bronx, trabajó en una compañía de Seguros. “Mi trabajo ha consistido en enviar faxes, hacer fotocopias, rellenar notas sancionadoras y comprobar la veracidad de sus datos, atender el teléfono y anotar los mensajes”.

“Durante mis prácticas, he aprendido a relacionarme y trabajar con gente mayor que yo. También he aprendido que hay personas que se enfadan cuando llamas a sus casas porque no han pagado una deuda. Esas lecciones han sido muy provechosas. Nunca temeré solicitar un trabajo, aunque no sepa hacerlo. Las prácticas me han enseñado que lo necesario es graduarse en el colegio para lograr un sueldo y conseguir que te guste el trabajo que realizas”.

Las chicas de Rosedale aprenden “trabajando”, pero también en la sede del centro. Un equipo de profesoras les impartió algunas clases sobre aspectos relacionados con el trabajo.

La Starr trabajando en una compañía de seguros.

Ana, una graduada en ciencias empresariales de Barcelona, imparte a diario seminarios sobre ética empresarial y adquisición de habilidades personales. Las chicas estudian cuestiones como la honradez, el esfuerzo, la iniciativa, la fe, la fuerza de voluntad y el compromiso.

Roxana, senior en el Business Department de la Rider University (New Jersey) imparte clases de Word, Excel, Power Point y Access. “Pienso que el programa es estupendo. Las chicas son capaces ahora de hacer trabajos, presentaciones y paneles en el ordenador. Se vuelven más comunicativas y seguras de sí mismas: en general, ha mejorado su actitud”, dice. En este caso, el trabajo de final de curso consiste en una presentación de Power Point en el que cada chica presenta sus planes profesionales.

Martha, profesora ayudante en Columbia University, y Christie, jefa de estudios, trabajan individualmente con cada chica para enseñarles a realizar un resumen y una evaluación personal y lograr los objetivos profesionales y académicos propuestos.