Un mensaje para Rusia

Eugueny Pazukhin, filósofo y periodista, es autor de una biografía para el público ruso sobre Josemaría Escrivá. Invitado por el Grupo Troa, habló en el Colegio de Médicos de Madrid con motivo del centenario y la canonización.

Eugueny Pazukhin.

“Interiormente, mi vida se ha encaminado al encuentro con Josemaría Escrivá”, dice Pazukhin. ‘Vida y obra del beato Josemaría Escrivá’, es el título de la primera biografía del Fundador del Opus Dei en lengua rusa. Su autor, Eugueny Pazukhin, escritor, pensador, filósofo y periodista, promovió durante más de veinte años en la clandestinidad la cultura cristiana rusa impulsando la creación de foros de debate, conferencias, revistas y libros.

El autor, cristiano ortodoxo, cree que “el mensaje de Josemaría Escrivá no es en modo alguno ajeno al mundo ruso. Rusia es tierra cristiana, la gente tiene la inquietud por Dios metida en el alma. Por eso, todo mensaje espiritual nos importa”.

Eugueny Pazukhin.

La biografía escrita por Pazukhin está dirigida a un público mayoritariamente ortodoxo. Por lo tanto, insiste en las ideas de Josemaría Escrivá que más pueden aportar a la espiritualidad oriental: “Hago especial énfasis en que lo divino no excluye lo humano, sino que lo transforma; en su concepto de materialismo cristiano, capaz de “espiritualizar” el mundo; en la llamada a ser ‘amigos de Dios’, colaboradores en la salvación”.

Otras ideas, igualmente útiles, pueden violentar la conciencia rusa: “En Rusia, la aspiración individual a la santidad se percibe como un síntoma de orgullo. Es una seducción, una tentación. La gente se ha olvidado de esta llamada universal realizada por el mismo Cristo: Sed perfectos...”.

Asimismo, “el termino trabajo, en el país ruso, admite una segunda traducción: ‘Sufrimiento, esfuerzo, dolor’. No hay una visión positiva del trabajo, como cooperación del hombre a la redención”, señaló.

Pazukhin, miembro de la Iglesia ortodoxa, se refirió también a las dificultades que está viviendo la Iglesia católica para trabajar en Rusia. “Yo, como ortodoxo, no encuentro ningún tipo de oposición en Occidente a desarrollar mi vida religiosa. Así debería ser también en mi país. Hay que encontrar puntos de encuentro en vez de insistir en lo que nos hace distintos. Casi diría que hace falta tener opiniones diferentes para llegar a conocer bien, con toda su hondura, lo que nos une. La fe en Dios debe predominar sobre todas nuestras divisiones”.

Citando a Flarenski, un pensador ruso, Pazukhin dijo que “el cristianismo es mucho más que la suma de las partes que lo componen. Josemaría Escrivá va más allá en esta idea. Según él, todo acto bueno realizado por una persona -sea creyente o no- tiene su raíz en Dios. Es ‘obra de Dios’. Ahí es donde hay que buscar el punto de encuentro”.

Un especial “punto de encuentro” del pensamiento de Josemaría Escrivá con la espiritualidad ortodoxa es, a juicio de Pazukhin, “la deificación del hombre”. “Estamos llamados a ser otros ‘Cristos’, el mismo Cristo. Esta idea, sobre la que tanto insistió Josemaría Escrivá, gusta mucho en la teología ortodoxa”.