Un asombrado escritor en Filipinas

El escritor español José Luis Olaizola ha publicado un nuevo relato: ‘De vuelta a Roma, a través de Filipinas’ (Ed. Libroslibres). El autor narra los recuerdos de un viaje que le llevó a las Antípodas y en el que pudo comprobar cómo la espiritualidad del Opus Dei traspasa las fronteras.

Portada del libro editado por 'Libroslibres'.

En el libro ‘De vuelta a Roma a través de Filipinas’ (Ed. Libroslibres), el Premio Planeta José Luis Olaizola describe un nuevo viaje lleno de menudencias sencillas y extraordinarias que no dejan de asombrarle. Ya lo hizo en África y en Latinoamérica, y ahora su inquietud le ha trasladado –y con él, a sus lectores- a Asia. Y es que, cuando se contempla el mundo con la sana curiosidad del escritor unido al sano optimismo cristiano, lo lógico es asombrarse y querer contarlo.

En el primer capítulo, el escritor narra cómo surgió un viaje más que inesperado: Rafael Martín Bravo, secretario de la Comisión del Opus Dei en Filipinas le visitó para transmitirle el saludo de un conocido común, pero también "traía otra intención: puesto que viajaba por el mundo procurando adentrarme en el misterio de la vida, ¿no se me había ocurrido la posibilidad de visitar las Islas Filipinas en las que tanto había que ver y contar?”

“Ya está bien de viajes”, repuso Marisa, la mujer del escritor. “Estos viajes te complican mucho la vida”. Pese a las reticencias, el título del tercer capítulo da una idea de que el viaje, definitivamente, salió adelante: “Desde Harvard a Filipinas pasando por Canadá y Londres y haciendo escala en Hong Kong”.

Estas páginas no son solamente contienen un libro de viajes. Como acostumbra hacer Olaizola, el contacto con otras gentes y culturas le sirven de contraste para apreciar la riqueza humana. Especialmente, al entrar en contacto con personas que tratan de santificarse en medio del mundo, al ayudar –aquí o en las Filipinas- a sus semejantes. Es la espiritualidad predicada por san Josemaría Escrivá.

El propio escritor cuenta cómo le transformó la vida el entrar en contacto con el Opus Dei. “Cuando me enamoré de Marisa (su mujer) y le propuse ser novios, me lo puso muy claro: si de verdad estaba enamorado y quería que fuéramos novios, lo que tenía que hacer era estudiar y terminar la carrera (...). Luego conocí el Opus Dei y cuando me enteré que el estudio, el trabajo, hecho de cara a Dios eran camino de santificación, fue cuando se enraizó en mi la decisión de aprovechar bien el tiempo”.

Cincuenta años más tarde y con una carrera literaria a sus espaldas, el escritor se sigue sorprendiendo al ver este mismo deseo de encontrar a Dios en lo ordinario en otras personas de distinta cultura y raza.

El viaje culmina en Roma, en octubre de 2002. José Luis Olaizola narra el ambiente familiar que rodeó a la canonización de san Josemaría Escrivá, a la que asisten personas de los cinco continentes: “Un día de oración intensa en el mundo entero y también en mis queridas selvas de Tailandia...”.