“Todos a una”, con África

Entrevista en La Nueva España a Ana Cristina De Andrés Menéndez, médico de profesión, que viajó como voluntaria a la misión diocesana de Bembereké (Benín) hace ya seis años. África le tocó el corazón y ha permanecido ligada al continente desde entonces. Actualmente es la coordinadora de Harambee en Asturias

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“Todos a una”, con África

Médico de profesión, viajó como voluntaria a la misión diocesana de Bembereké (Benín) hace ya seis años. África le tocó el corazón y ha permanecido ligada al continente desde entonces.

¿Cómo definiría Harambee?

Es un proyecto de solidaridad con África. Nace de la convicción de que África es un continente maravilloso, con muchas posibilidades, con una gran riqueza de lenguas, culturas, tradiciones, etc., que necesita la ayuda de países más desarrollados económica y tecnológicamente. Harambee nace para ayudar a los africanos a ser ellos mismos protagonistas de su desarrollo.

Harambee nace para ayudar a los africanos a ser ellos mismos protagonistas de su desarrollo

¿De qué manera se trabaja?

Harambee realiza su actividad solidaria de una manera peculiar. Nació en 2002, con motivo de la canonización de San Josemaría Escrivá. La canonización de un santo conlleva en la Iglesia un compromiso más fuerte con el Evangelio y con la caridad cristiana.

Por eso se pensó en Roma que, además de las iniciativas sociales que desarrollaban ya muchos miembros del Opus Dei en todo el mundo, era necesario un impulso especial de solidaridad.

Se consideró que el África subsahariana precisaba de una especial ayuda y así nació Harambee, que en swahili significa “todos a una”.

¿Qué actividades se realizan?

Harambee trabaja en dos frentes: conseguir fondos para proyectos que han puesto en marcha africanos, por una parte, y, por otra, lo que llamamos “comunicar África”, esto es, ayudar a que, sobre todo Occidente, no vea África simplemente como un continente “maldito”, subdesarrollado, con grandes tasas de mortalidad infantil, con enfermedades endémicas, con hambre, escaso nivel de alfabetización y con una penosa situación de la mujer en muchos casos.

Harambee trabaja en dos frentes: conseguir fondos para proyectos que han puesto en marcha africanos, por una parte, y, por otra, lo que llamamos “comunicar África”, esto es, ayudar a que, sobre todo Occidente, no vea África simplemente como un continente “maldito”

¿Y qué hace Harambee para conseguir esos fondos?

Cada año, Harambee selecciona 5 proyectos que ya han puesto en marcha entidades africanas –en muchas ocasiones las propias diócesis de países africanos o congregaciones religiosas que llevan tiempo trabajando en África–.

Una vez seleccionados los proyectos con los que se va a colaborar durante ese año, los voluntarios de Harambee se movilizan para recoger fondos en sus ciudades para esos programas.

¿Ha resultado fácil?

Este es el terreno de “la imaginación al poder”. Cada delegación de Harambee, cada región –como Asturias– se organiza con completa libertad y autonomía. En Asturias hemos organizado varias cenas y un cóctel solidario, con posterior subasta de obras de arte cedidas por artistas asturianos, concursos literarios y de dibujo en colegios, actuaciones musicales o teatrales benéficas, etc.

Cada delegación de Harambee, cada región –como Asturias– se organiza con completa libertad y autonomía

Hasta el momento, ¿qué tipo de proyectos se han financiado?

Hasta la fecha, Harambee ha financiado 56 proyectos en 18 países. Más que de intervenciones de emergencia (aunque ahora mismo estamos buscando fondos

para atender a huérfanos de víctimas del ébola en Sierra Leona), se trata de proyectos sanitarios y, sobre todo, educativos; estos últimos con un especial interés en los que se dirigen a mujeres, ya que, por la estructura familiar en casi toda África, la mujer representa la columna vertebral de la sociedad.

Hasta la fecha, Harambee ha financiado 56 proyectos en 18 países. Más que de intervenciones de emergencia (aunque ahora mismo estamos buscando fondospara atender a huérfanos de víctimas del ébola en Sierra Leona), se trata de proyectos sanitarios y, sobre todo, educativos

El desarrollo africano pasa por la educación y el desarrollo de la mujer. Por ese motivo, Harambee cuenta con el Premio al Desarrollo y a la Igualdad de la Mujer Africana, que se celebra anualmente.

La Dra. Tallah, que dirige el proyecto Tiama en Camerún, nos decía cuando estuvo en Oviedo en febrero, que la probabilidad de muerte de un niño cuya madre no está alfabetizada es el doble de aquél cuya madre tiene instrucción básica.

¿De qué acciones hablamos?

Los proyectos son muy variados. Estamos ayudando a la creación de una escuela para niñas en Yaoundé, Camerún, a la instalación de bombas de agua potable para el hospital de la diócesis de Kitui en Kenia, o a la ayuda a un proyecto de alfabetización de niños y niñas, junto a una mejor capacitación del profesorado en Kinshasa.

Estamos ayudando a la creación de una escuela para niñas en Yaoundé, Camerún, a la instalación de bombas de agua potable para el hospital de la diócesis de Kitui en Kenia

¿Y en la comunicación?

Con motivo de la beatificación de Mons. Álvaro del Portillo, en el patio del Antiguo Instituto de Gijón hicimos una exposición con fotografías de África que ayudaban a mostrar su belleza y sus necesidades.

Tenemos un concurso de cortometrajes, y trabajamos para conseguir “colegios solidarios” que durante el curso tengan actividades centradas en África.