Texto extraído del artículo de Aitor Alonso publicado en "El Mundo"
Para algunos estudiantes, abrir un libro de clase y ponerse a estudiar no resulta a veces demasiado apasionante, pero merece la pena el esfuerzo si es por una buena causa. Este es el mensaje que desean transmitir estos estudiantes de la Universidad de Navarra, que desean recaudar 20.000 euros para financiar tres proyectos sociales en el Tercer Mundo gracias a sus horas de estudio.
Hasta el 2 de diciembre cada alumno que acuda a una de las bibliotecas concertadas -la Biblioteca de Humanidades y Ciencias; las de los colegios mayores Goroabe, Belagua, Mendaur, Olabidea, Goimendi y Aldoz- aportará simbólicamente un euro por cada hora de estudio, que depositarán las entidades públicas y privadas inscritas en la tercera edición de la Olimpiada Solidaria, que este año se celebra bajo el lema Si estudias cooperas.
Se desea colaborar con proyectos, como la ampliación y equipamiento de la Escuela Técnica Secundaria de Kiryama, en Burundi. A este centro acuden cada día 594 alumnos de todo el país que ansían formarse para labrarse un futuro mejor. Necesitan talleres, equipos adaptados y personal cualificado.
Otro proyecto se dirige a los niños huérfanos de Sri Lanka. Se trata de construir un hogar-escuela donde puedan recibir atención muchos de estos niños, cuyos padres han sido víctimas de un maremoto y una guerra civil, En este edificio podrán permanecer entre 15 y 20 niños hasta que encuentren la fuente de ingresos que les permita valerse por sí mismos. El último de los programas con el que se desea colaborar es un centro de formación profesional y prevención de la droga para jóvenes de Niere, Costa de Marfil.
