San Josemaría Escrivá, ejemplo para sacerdotes

El libro ‘San Josemaría Escrivá y el sacerdocio’ (Ed. Palabra) recoge los discursos pronunciados en las Jornadas que, en torno a la figura del Fundador del Opus Dei, reunieron en Madrid a doscientos sacerdotes para reflexionar sobre la fraternidad que les une.

El libro es una ayuda para los sacerdotes.

Los cardenales Antonio María Rouco Varela y Darío Castrillón Hoyos, y el entonces vicario regional del Opus Dei en España, Tomás Gutiérrez Calzada, reflexionaron ante más de doscientos sacerdotes sobre la fraternidad y el sostenimiento mutuo que debe existir entre todos los presbíteros.

En los discursos, pronunciados en el seminario conciliar de Madrid, la vida santa de Josemaría Escrivá estuvo muy presente, ya que –como todo sacerdote cuya vida presenta la Iglesia como ejemplar- supo descubrir en su ministerio el lazo sobrenatural que, como representante de Cristo en la tierra, le unía al resto de ministros.

En el prólogo del libro ‘San Josemaría y el sacerdocio’ (Ed. Palabra) que recoge los discursos de esas jornadas, se afirma que se publican para “mantener viva la conciencia de la unión que debe reinar entre todos los sacerdotes” y estimular a los lectores a “caminar en pos de ese ideal tan alto –la santidad- que encarnó con tanto amor y entrega san Josemaría”.

Intervenciones

En las palabras inaugurales, Mons. César Franco, obispo auxiliar de Madrid, señaló que “para todos los que pertenecemos al presbiterio diocesano, es motivo de gozo y esperanza reconocer que un hermano nuestro, que recorrió nuestras calles y frecuentó tantas veces el Seminario Conciliar, se santificó en el ejercicio de su ministerio”.

Mons. Tomás Gutiérrez dijo: “Todo sacerdote está llamado a la santidad. Esta santidad se alcanza, por don de Dios, en su oficio de administrar cosas santas, los misterios divinos, realizando santamente las cosas santas”.

El prefecto para la congregación del Clero, card. Darío Castrillón, afirmó que los sacerdotes deben procurar “que todos los fieles estén atentos a los desafíos del mundo actual y sensibles a las angustias y esperanzas de sus gentes, compartiendo sus angustias y, sobre todo, asumiendo una actitud de solidaridad con los pobres, especialmente con los más pobres, es decir, con los sedientos y hambrientos de la Verdad y la Justicia, pobres de Cristo mismo”.

Por último, el cardenal Rouco Varela habló también de la fraternidad sacerdotal. Primero se refirió a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, fundada por san Josemaría, y en la que los sacerdotes “hacen suya la vocación al Opus Dei”. Asimismo, reflexionó sobre la Iglesia como comunidad de personas y sobre el cuidado que los sacerdotes se deben prestar para no dañar al pueblo que se les encomienda.