Formación en bioética para difundir la cultura del cuidado

El centro educativo Ribamar (Sevilla) ha celebrado la primera edición del Curso de especialización en Bioética. Una oportunidad de mejora en la formación de alumnas y profesionales para ejercer con mayor responsabilidad su profesión orientada hacia el cuidado y la protección de la vida.

Formación en bioética para difundir la cultura del cuidado (Ribamar, Sevilla)

El curso de especialización en Bioética ha abordado a lo largo de los meses de enero y febrero cuestiones como la dignidad de la vida humana desde su origen, la manipulación genética, la eutanasia, los cuidados paliativos y las denominadas últimas voluntades.

“Queremos formar a los profesionales sanitarios para que puedan elegir y ejercer su libertad desde el conocimiento de la realidad. Por ello, se ha contado con personas con años de experiencia y con médicos más jóvenes, que están comenzando su carrera, para que enriquecieran a los asistentes al curso con distintos puntos de vista. Ribamar ha apostado por ofrecer esta formación que vemos necesaria y clave dada la situación actual que vivimos donde se están produciendo cambios en su contexto profesional cotidiano ante la aprobación o modificación de leyes que afectan a su quehacer profesional”, asegura Marta Valdés, directora de Ribamar.

“Pretendemos aportar a las alumnas una visión distinta sobre temas tan actuales en bioética para que puedan llegar a formarse sus propios criterios, conociendo toda la realidad, brindándoles la oportunidad de que puedan tomar decisiones libres en su futuro profesional”, añade Carmen Palma, subdirectora de Ribamar y organizadora del curso de especialización.

Mª Dolores Espejo Arias, enfermera especializada en Medicina Interna y Bioética, presidenta de la Fundación Bioética, impartió la sesión de la manipulación genética y la reproducción asistida, atendiendo a la necesidad de que los profesionales sean conscientes de la trascendencia que conlleva trabajar y alterar el proceso natural de creación de la vida humana.

La también docente, Pilar Revilla Hervás, y secretaria de SAIB (Sociedad Andaluza de Investigación Bioética) aportó una visión amplia y abierta en torno a la cuestión del aborto, comenzando por la prevención con una adecuada educación sexual, centrada en enseñar a los jóvenes a amar y respetar. Revilla también dio a conocer las secuelas que pueden quedar en una mujer cuando se somete a este proceso, físicas y psicológicas, presentando alternativas al aborto apoyándose en asociaciones que acompañan a la mujer embarazada y al bebé durante la gestación y tras el nacimiento. 

De una sexualidad saludable y del reconocimiento natural de la fertilidad habló a los asistentes al curso, Emilio Alegre del Rey, farmacéutico especialista en Farmacia Hospitalaria. Una realidad de alternativas que permiten prevenir y ante las que se busca la libertad de elección desde el conocimiento de su existencia, efectividad y consecuencias de uso. Cuestiones que van directamente ligadas a la necesidad de definir la personalidad, la identidad propia y la orientación sexual. El encargado de ahondar en estos temas fue Mariano Hernández-Barahona Palma, especialista en Psicología Clínica.

Nuevas inquietudes

Algunas de las participantes del curso de especialización han compartido sus impresiones. Aseguran que se inscribieron por curiosidad sin ser conscientes del alcance y calado que tendrían las sesiones. María, alumna de TCAE en Ribamar, sintió curiosidad por el título de las sesiones y por los profesionales, y destaca el valor y aprendizaje recibido acerca de los cuidados paliativos. Su compañera, Sofía, asegura que para ella existe un antes y un después del curso, ya que, cuando lo inició contaba con un conocimiento superficial de estas cuestiones “y ahora sé en qué consisten y cuál es la correcta aplicación, lo que me permite tomar decisiones con criterio profesional”.

Coincide con ellas, María, otra estudiante de Técnico Auxiliar de Enfermería. “No estaba familiarizada con el término y gracias a esta formación he podido conocer las implicaciones que conlleva un aborto, tanto las secuelas psicológicas, como aprender de la existencia de métodos naturales de reconocimiento de la fertilidad”, explica.

Por último, Alejandra, recomendaría el curso porque le ha dado la posibilidad de tener un conocimiento más amplio de cuestiones como la eutanasia y una visión profesional.

“Lo mejor del curso es que nos ha ofrecido la libertad en la adopción de decisiones desde el conocimiento”, concluye Nayra, alumna del Técnico en Farmacia y Parafarmacia en Ribamar.

Cuidados paliativos

La clausura del curso de especialización, contó con una mesa redonda a la que asistieron José Antonio Díez Fernández, coordinador general de ANDOC, María Alegre Albendea, médico residente de Medicina Interna del Hospital Universitario Virgen Macarena y Elena Sánchez Ruiz-Granados, especialista en Medicina Interna en el Hospital Infanta Elena de Huelva y Doctora de la Universidad de Sevilla.

Muchas ideas interesantes surgieron de este intercambio de experiencias. María Alegre, residente de Medicina Interna actualmente está en el programa de doctorado en la Universidad de Sevilla realizando una tesis en el departamento de Enfermedades Infecciosas, ha realizado prácticas en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital San Lázaro, participado en voluntariados a través del Colegio de Médicos en este campo y colabora con el COF de la Parroquia de San Sebastián a través del Proyecto Moscati.

María se refirió a los cuidados paliativos como “los cuidados integrales al paciente y a la familia, que mejoran la calidad de vida en el final de la vida según sus valores y creencias”. Al hilo de porqué son una alternativa a la eutanasia, asegura que “ellos constituyen una atención sanitaria global del paciente que sufre, acompañándolo hasta el momento de su muerte sin provocarla intencionadamente. Acompañamos hasta que llegue su momento”.

“Los sanitarios juegan en ellos un papel fundamental. Sin sanitarios formados en este aspecto, sería impensable poder garantizar unos cuidados paliativos para aquellos pacientes que se encuentran en el final de su vida”, añade Alegre.

Cultura del cuidado

Ribamar ha apostado desde su inicio por la promoción de la cultura del cuidado en sus aulas y ha acogido con ilusión y compromiso la propuesta del Papa Francisco en el mensaje de la Jornada mundial de la paz del 1 de enero de 2022: “Me gustaría que la inversión en la educación estuviera acompañada por un compromiso más consistente orientado a promover la cultura del cuidado. Esta cultura, frente a las fracturas de la sociedad y a la inercia de las instituciones, puede convertirse en el lenguaje común que rompa las barreras y construya puentes”.