Refugiados en busca de un piso

Tres familias iraquíes, sirias y palestinas de refugiados en Navarra esperan desde mediados de octubre en la residencia de Cruz Roja. No encuentran a nadie que quiera alquilarles una vivienda.

Una familia palestina mira los anuncios clasificados de Diario de Navarra, en busca de un piso. Foto: Calleja (Diario de Navarra)

Diario de Navarra Refugiados en busca de un piso (Descarga en PDF)

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Tres familias con niños pequeños que han venido de Siria, Irak y Palestina miran todos los días los anuncios clasificados del periódico y las páginas web de las inmobiliarias. Buscan un piso en alquiler para poder vivir con su familia. Y dejar así la residencia de Mutilva en la que llevan seis meses como refugiados.

Doce personas del programa de refugiados, impulsado por el Gobierno central y gestionado por Cruz Roja, tres familias en total, quieren rehacer su vida y para eso necesitan una vivienda. “Pero es complicado encontrarla. Las inmobiliarias y los propietarios desconfían”. Quien habla es la trabajadora social de acogida temporal del programa de refugiados de esta institución, Nadia Zakharova. Y explica que el Gobierno central correrá con los gastos del alquiler (y la manutención) durante los seis primeros meses, hasta que estas personas encuentren trabajo.

Ayuda con inmobiliarias

Además del apoyo que presta Cruz Roja, un grupo de voluntarios de la Agrupación Universitaria por Oriente Medio (AUNOM, alumnos y profesores de la Universidad de Navarra que colaboran con los refugiados) está acompañando a estos extranjeros a buscar piso por las inmobiliarias. Una de las voluntarias es la pamplonesa Cristina Bazal Chacón, periodista de 31 años. “Parece que los refugiados ya han pasado de moda -lamenta y nadie quiere alquilarles su piso. Hace unos meses, cuando se dijo que iban a venir, la gente ofreció incluso viviendas gratuitas. La necesidad sigue ahí y apelo a la generosidad de los navarros”, insiste.

Ella acompaña a las personas a las inmobiliarias para ayudarles con el idioma (aún no hablan bien español) y para explicar a los agentes inmobiliarios en qué consiste el programa gubernamental. “El Gobierno se hace cargo del alquiler hasta que encuentren trabajo. No hay problema de que vayan a dejar de pagar”, recalca. El alquiler de una habitación para una persona solas, agrega Bazal, es más sencillo que arrendar una vivienda para una familia de cuatro o cinco miembros.

Cristina Bazal lamenta que el programa de refugiados se haya quedado “estancado” en la primera fase; y Nadie Zakharova reconoce que es “complicado” encontrar piso y que a las familias que lo necesitan les están generando “muy angustia”.

Sonsoles Echavarren

Diario de Navarra